Energía
Placas solares: ¿Es el momento de instalarlas?
- Existen líneas de ayuda que van desde el 15% al 45% para la generación de energía mediante la tecnología fotovoltaica y del 45% al 65% para el almacenamiento
- Los expertos indican que las medidas llevadas a cabo por las administraciones son insuficientes y tienen fecha de caducidad, y la sociedad necesita soluciones a largo plazo
Noelia García
Madrid,
El cambio a energías alternativas, como la solar, se convierte en una opción cada vez más considerada por los particulares, dado que la inversión inicial parece más asumible, comparando su amortización futura con los costes actuales de la factura de la luz. ¿Cuál es la repercusión real en la economía doméstica a corto y largo plazo? ¿Cuánto es el coste promedio de la instalación? ¿Existen diferentes tipos de placas solares?
El último informe del IPCC de la ONU advierte de que tenemos que reducir las emisiones de CO2 a la mitad en menos de una década para contener el calentamiento global. Nos encontramos ante un panorama en el que urgen soluciones energéticas limpias, que permitan reducir el uso de combustibles fósiles, ser menos dependientes de los grandes oligopolios mundiales y ahorrar en la factura de la luz consumiendo nuestra propia energía.
El cambio a energías alternativas, como la solar, se convierte en una opción cada vez más considerada por los particulares, dado que la inversión inicial parece más asumible, comparando su amortización futura con los costes actuales de la factura de la luz. ¿Cuál es la repercusión real en la economía doméstica a corto y largo plazo? ¿Cuánto es el coste promedio de la instalación? ¿Existen diferentes tipos de placas solares?
Además de ahorrar dinero en la factura de la electricidad, los paneles solares también pueden generar dinero.
El aumento del coste de la luz, las subvenciones que se ofrecen a las renovables y una mayor conciencia medioambiental han hecho que muchas personas se cuestionen realmente si les compensa instalar placas solares en sus domicilios. España, enclavado en un lugar privilegiado, el invierno también es una estación en la que se puede generar energía. A pesar de los días más cortos y las temperaturas más frescas, el invierno sigue siendo un momento óptimo para instalar energía solar.
Daniel Montilla, fundador y CEO de EnchufeSolar, afirma que "las Administraciones Públicas han realizado importantes esfuerzos para reducir el precio de la factura de la luz, como la reducción del IVA hasta el 5% o el tope impuesto al precio del gas (la llamada 'Excepción Ibérica'). Sin embargo, estas medidas son temporales e insuficientes".
¿Es el momento actual idóneo para instalar placas solares?
A pesar de tener que realizar una inversión inicial sustancial, la energía solar ofrece beneficios económicos tanto en el corto, como en el medio y largo plazo.
Enrique Roca, responsable técnico del área de Eficiencia Energética y Sostenibilidad de Euro-Funding, destaca que sí es un buen momento, por varios motivos, pero con matices. "Existen líneas de ayuda que van desde el 15% al 45% para la generación de energía mediante la tecnología fotovoltaica y del 45% al 65% para el almacenamiento. Incluyendo la colocación de marquesinas para aparcamiento de vehículos o retirar amianto en cubiertas". Además, los presupuestos son mucho más asequibles que hace unos años, donde hay retornos entre cuatro y seis años, dependiendo del autoconsumo se puede aprovechar por el funcionamiento de la instalación y del precio de la electricidad que se esté pagando. "Desgraciadamente el precio de la electricidad hace cambiar las rentabilidades de cualquier proyecto y en un año hemos experimentado una subida espectacular, que algunos proyectos habrán permitido su amortización en menos años de los indicados", añade.
Asimismo, las empresas están buscan la reducción total de emisiones de CO2 por lo que optar a la generación renovables es una opción, si bien, con un cambio de contrato en la comercializadora es inmediato, con una certificación de origen renovable. Se están buscando soluciones tecnológicas eléctricas, en lugar de consumo de origen fósil, por lo que hay mayor demanda eléctrica.
Roca apunta en sus matices que "hay mucho aprovechado y la existencia de ayudas y la gran demanda, ha subido el precio que tenía una tendencia a la baja. También otro motivo es la subida general de las materias primas, pero no siempre están alineados".
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) tras un análisis previo del mercado y en base a las ayudas que hay publicadas en base al Real Decreto 477/2021, ha definido uno costes máximos en función de la potencia instalada, de 1.188 euros/kWp instalado para instalaciones de menos de 10 kWp, 910 euros /kWp para instalaciones entre 10 y 100 kWp, o 749 euros /kWp para instalaciones entre 100 y 1.000 kWp.
En esta línea, Concha Molina, responsable de marketing de Gana Energía, indica que todo "depende de la vivienda y el tipo de instalación necesaria. No es lo mismo una vivienda unifamiliar que un piso en un bloque en la ciudad. Ni necesita la misma potencia una familia con 2 miembros que una numerosa". Para una vivienda unifamiliar o un piso de un edificio medio el coste promedio oscila entre 4.000€ y 6.000€. Si incluimos una batería para almacenar la energía, el coste puede llegar a duplicarse.
Diferentes tipos de placas
Desde EnchufeSolar nos dan las pautas para que podamos ver la repercusión que tiene la instalación en la economía doméstica. Una vivienda que estaba pagando 150-200 euros al mes puede pasar a pagar entre 15-30 euros, lo que supone una bajada de casi un 90%, sin contar el ahorro vía deducciones en el recibo del IBI que, por ejemplo, en ciudades como Córdoba, alcanza el 50% durante 10 años. De este modo, la inversión se amortiza rápidamente, en torno a los cinco años o incluso menos.
Existen distintos tipos de paneles, que varían en función del material con el que están fabricadas, del tamaño y de la potencia. En cuanto al material, se puede distinguir entre placas solares policristalinas y monocristalinas, entre las que destacan las full black, unas placas enteramente negras que, aunque son algo más caras, resultan muy atractivas porque se integran a la perfección en las cubiertas.
En lo que a tamaño y potencia se refiere, existen en la actualidad multitud de fabricantes y de marcas, con diferentes tamaños y potencias. Lo más importante es ponerse en manos de una empresa especializada, con su propio departamento de ingeniería que, basándose en una serie de parámetros (tamaño y orientación de la cubierta, potencia que se necesita generar, consumo energético del cliente…), elija el tipo de panel más adecuado y sea capaz de garantizar su vida útil durante un periodo mínimo de 25 años.
Más que luz
Las placas solares utilizadas para convertir la energía solar en térmica no son placas fotovoltaicas, son otro tipo de placas, térmicas, con un funcionamiento diferente.
A menudo se tiende a pensar que su uso es simplemente para la iluminación o para proveer la electricidad necesaria a algunos electrodomésticos, "pero las placas solares también permiten generar energía térmica para disfrutar del agua caliente en casa a lo largo de todo el año, así como de la calefacción o suelo radiante", destaca Ryan Xing, director regional de EcoFlow en Europa. "Existen dos formas de disfrutar de agua caliente. Por un lado, convertir la energía del sol en térmica mediante un proceso sencillo, ya que las placas solares emplean sus colectores para captar toda la radiación posible proveniente del sol. A partir de este momento se inicia lo que es el proceso de conversión de la energía, en el que los colectores se calientan y, por consiguiente, aumentan la temperatura del fluido que circula por la instalación", añade Xing.
Los paneles solares están formados por cristales de silicio encapsulados por vidrio. El silicio es un material semiconductor que, al recibir la radiación solar, genera una diferencia de potencial que es captada por los conductores metálicos, generalmente plata, que lo rodean. Desde EnchufeSolar indican que es en estos conductores metálicos donde se genera una corriente continua, que es enviada al equipo inversor encargado de la posterior conversión a corriente alterna, tal y como la consumimos en nuestros hogares e industrias. Es un proceso en el que ya se han conseguido eficiencias superiores al 22% y que sigue avanzando año tras año, mejorando su rendimiento; además, al no existir fluidos circulantes, las averías son muy escasas y el mantenimiento muy simple.
Ayudas Next Gen
Los fondos Next Generation EU son el reflejo de la apuesta de Europa por las renovables para acelerar la transición energética. La responsable de marketing de Gana Energía cree que "los fondos Next Generation EU son el reflejo de la apuesta de Europa por las renovables para acelerar la transición energética. Estas ayudas pueden financiar hasta el 50% del coste del proyecto".
Desde Euro-Funding afirman que se ha desbordado la administración desde finales del año pasado (2021), al desarrollar una línea de ayuda para empresas y organizaciones con actividad económica, sin actividad económica y residencial entre otros. Ahora nos encontramos con expedientes de ayuda presentados a finales de 2021 que hoy en día aún no han sido resueltos.
El interés en la energía solar fotovoltaica ya venía incrementándose desde que en 2018 se produjo el cambio en la normativa y los gobiernos de toda Europa empezaron a facilitar y fomentar el acceso a las energías renovables.
Josep María Albert, CEO de ENGEL SOLAR, destaca que "a partir de ese momento, se implantaron las medidas para apoyar el autoconsumo energético (la simplificación de los trámites, bonificaciones e incentivos económicos, la compensación de excedentes…) y el interés por la energía solar empezó a crecer". Además, el año pasado, antes de la guerra de Ucrania y la multiplicación del precio de la luz, ya se doblaron los MW de nueva potencia fotovoltaica en instalaciones de autoconsumo, según los datos registrados por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Y sin duda este año, "con el precio de la luz por las nubes, la necesidad imperante de reducir el consumo de combustibles fósiles y los paquetes de ayudas europeos, la demanda se ha disparado y 2022 se cerrará con cifras mucho más espectaculares", añade Josep María Albert.
Por necesidad y por instinto de supervivencia, ser más sostenibles es la única alternativa que queda. La actividad humana ya ha abocado a un calentamiento global de 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, un calentamiento que durará siglos o incluso milenios y que irá a más si no se toman medidas drásticas.
Por tanto, lo que hace falta, más que ayudas, es ofrecer facilidades en los trámites administrativos (incluyendo impuestos), para dejar que el mercado vaya solo.