Energía

¿Por qué la UE fuerza a España a acabar con la tarifa de la luz volátil?

  • Sólo en el caso español se aplica una tarifa PVPC que refleja el precio del 'spot' en cada hora

Sandra Acosta

La Comisión Europea ha decidido forzar a España a acabar con su sistema de tarifas volátiles (PVPC) tras la exigencia de Portugal. El Gobierno español tendrá que abandonar un sistema que no tiene ningún otro país europeo y que traslada más riesgos a los consumidores domésticos y a los más vulnerables aunque ofrece precios más bajos en el largo plazo.

Antes del próximo 1 de octubre, el Gobierno tendrá que tener listas las líneas maestras de la nueva tarifa regulada que estará ligada a produtos a plazo. En España, un 40% de los hogares están suministrados con una tarifa regulada por el Gobierno (PVPC) y ligada al 100% a los precios del mercado eléctrico spot. Además, los consumidores vulnerables tienen que estar acogidos al PVPC para acceder al bono social o el bono térmico, algo único entre los países de nuestro entorno. Por contra, el futuro PVPC será algo más caro para eludir justo esta volatilidad.

Actualmente, el precio del mercado mayorista en Portugal y España es idéntico, pero los consumidores portugueses disfrutan de una tarifa regulada y unas facturas mucho más estables. La volatilidad de la tarifa PVPC en España no se debe a que el precio del mercado eléctrico español sea más volátil, sino a la metodología utilizada por el Gobierno para fijarla, que tiene su base en el resultado del mercado diario de energía y en donde concurren ofertas de venta de los generadores para cada hora del día y las ofertas de compra por parte de las comercializadoras.

En el caso de Portugal, este tiene el mismo precio que España en el mercado mayorista el 95% de las horas del año, por lo tanto, con la misma volatilidad; sin embargo, sus consumidores disfrutan de una tarifa regulada estable. Esto se debe a que el coste de la energía en la tarifa regulada se calcula como un promedio del precio del mercado a plazo y una previsión del precio hecha por la Entidade Reguladora Dos Serviços Energéticos.

A esto se le suma que por defecto la tarifa tiene una vigencia de un año, pero si el precio del mercado spot se desvía en más de 10 euros/MWh, el precio de la energía en la tarifa se ajusta en 5 euros. A diferencia de España, solo un 15% de los consumidores portugueses están en la tarifa regulada.

En Francia, el precio de la energía para la tarifa regulada se calcula como un promedio entre el coste de la nuclear histórica y el precio del mercado a plazo. Además, el precio spot se usa para la diferencia entre el perfil de consumo considerado y la demanda real.

Por otro lado, en Italia el regulador fija la tarifa regulada para cada trimestre en base a su estimación del precio del mercado spot durante ese trimestre y las desviaciones se recuperan mediante recargos o descuentos en las tarifas en trimestres posteriores. En el territorio ítalo, el 43% de los hogares siguen en tarifas reguladas, sin embargo, el regulador ha establecido un calendario para su desaparición en 2023.

Alemania dista de los demás países, ya que en este no existen las tarifas reguladas. El principal distribuidor de cada zona suministra a los consumidores que no tienen comercializador, pero tiene a su vez libertad para aplicar las tarifas que determine. Estas tarifas se denominan estándares y son disuasorias al ser muy superiores a las que ofrecen los comercializadores libres.