Energía

Una excepción ibérica que no puede convertirse en regla

  • Ribera acierta en el diagnóstico: España no se beneficia del mercado


El Ministerio de Transición Ecológica ha conseguido que la Comisión Europea acepte la llamada 'excepción ibérica' para hacer frente al impacto de los elevados precios del gas natural en la tarifa regulada de la electricidad.

La medida permitirá una reducción casi automática de alrededor de un 15 a 20% en el recibo de la luz de aquellos que permanecen en el llamado PVPC y que hasta ahora eran los grandes perjudicados de la crisis energética. Los clientes del mercado libre se beneficiarán a medio plazo cuando revisen sus contratos.

La vicepresidenta Teresa Ribera acierta en el diagnóstico -no se puede considerar que hay un verdadero mercado mayorista europeo sin el nivel de interconexiones es inadecuado- pero probablemente se equivoca en la fórmula para resolverlo y olvida que los operadores también pueden alterar sus estrategia de oferta generando efectos indeseados.

Las generadoras, las comercializadoras o los traders han mostrado ya su oposición a esta intervención, al igual que han hecho una docena de países que ven en este movimiento una posible competencia desleal por parte de la Península Ibérica, que podrá ofrecer a la industria precios menores de la energía.

El Gobierno impondrá un límite de precios de entre 40 y 50 euros para el gas natural de forma que desnaturaliza el mercado mayorista de la electricidad y generará una inseguridad jurídica en su aplicación que acabará, probablemente, en los tribunales.

Las eléctricas, por su parte, han dejado clara su postura, al igual que lo han hecho los gestores de las bolsas eléctricas: la medida no les gusta. La solución, que Europa ha dejado claro que es únicamente temporal, debería incluir unos compromisos por parte de Bruselas para resolver el fondo real del problema: la insuficiente capacidad de interconexión.

Los proyectos de nuevos cables con Marruecos o con Argelia tampoco parece que puedan ser una solución

Red Eléctrica ha pisado esta semana el acelerador anunciando avances en nuevas redes con Ceuta y con Portugal pero los avances con Francia siguen siendo el talón de Aquiles de la compañía que preside Beatriz Corredor.

Los proyectos de nuevos cables con Marruecos o con Argelia tampoco parece que puedan ser una solución para avanzar en el mercado único europeo. El próximo 5 de mayo, el regulador europeo Acer dará a conocer los detalles del estudio que le encargó el Consejo Europeo el pasado mes de octubre sobre el mercado mayorista. Con toda seguridad, el organismo apenas recomendará algunos ajustes cosméticos pero olvidará las reformas de fondo que había puesto sobre la mesa España. La única solución real es que Bruselas comience a imponer sanciones si no se alcanzan los umbrales mínimos pactados.

Bruselas pidió también un análsis sobre el funcionamiento del mercado de CO2 y, en este caso, Esma -la CNMV europea- tampoco detectó mayores problemas de funcionamiento. Europa quiere avanzar en una mayor ambición de instalación de energías renovables y estos pasos requerirán adaptarse a nuevas formas de funcionamiento del mercado. La velocidad con las que se incorporen tecnologías limpias con capacidad de almacenamiento será clave para lograr precios de la energía más baratos.