La Guardia Civil abre 305 inspecciones por posible fraude en el jamón ibérico
- Se podrían estar vendiendo jamones de cebo como de bellota
Javier Romera
El Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, ha abierto en el último año 305 inspecciones para investigar posibles fraudes en la venta del jamón ibérico. Es una cifra que supone un 22% más respecto a las 250 que se acometieron ya en 2016. Según han confirmado fuentes próximas a la investigación, la coordinación del proceso ha re- caído en las comandancias de Salamanca y Badajoz, inspeccionando mataderos, secaderos y todo tipo de establecimientos comerciales, incluidas pequeñas tiendas y grandes superficies.
Aunque en las últimas semanas distintos medios han publicado que las investigaciones se han centrado en Comapa, proveedor de Carrefour, entre otras cadenas, lo cierto es que las inspecciones afectan a la práctica totalidad del sector. "Se ha investigado a todos los grandes productores", confirman las fuentes consultadas. En el caso de Comapa, en concreto, ha habido 16 inspecciones.
La normativa del ibérico, que entró en vigor en 2014, obliga a una clara diferenciación en el etiquetado entre el producto "de bellota", "de cebo de campo" y "de cebo", obligando además a indicar el tanto% de raza ibérica. De este modo, se impusieron precintos de distintos colores. El color negro se aplica a los animales alimentados con bellota en la montanera y cien por cien ibéricos; el rojo, para los de bellota, pero con un porcentaje racial del 75 o el 50% de ibérico; el verde, para los de cebo de campo de todas las variedades raciales, que se alimentan con pienso durante toda su vida, pero deben pasar los últimos 60 días al aire libre; y el blanco, para los alimentados con pienso en granjas de producción intensiva.
En el sector hay denuncias, entre otros, del diputado de Ciudadanos Toni Cantó, que aseguran que se están cometiendo fraudes y vendiendo productos de una categoría comercial distinta a la que refleja el etiquetado. Cantó denunció ya, tal y como adelantó elEconomista en 2016, que se estaban introduciendo cientos de miles de hembras de cerdo ibérico sin progenitores conocidos y certificadas genéticamente tan solo a ojo como de raza pura.
Los técnicos de Asici, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico, han visitado, del mismo modo, en la última camapaña 53 ciudades de toda España, 35 de ellas capitales de provincia, visitado 160 establecimientos para llevar a cabo 1.950 verificaciones sobre productos de distintas marcas comerciales.
Desde la industria del ibérico niegan tajantemente que haya un fraude generalizado en el mercado, aunque sí que admiten que ha podido haber en los últimos años una cierta confusión entre los consumidores, porque convivían en el mercado productos etiquetados con la normativa antigua y otros con la nueva. Pero eso es algo que ya prácticamente no pasa, tras la venta del producto anterior a 2014.