Los exdueños de Deoleo deben al grupo 250 millones que avalarían su futuro
- El desvío de fondos por los Salazar se atasca tras diez años en la AN
Javier Romera
Los hermanos Jesús y Jaime Salazar, antiguos propietarios y gestores del grupo SOS, la actual Deoleo, acumulan una deuda con la compañía de cerca de 250 millones de euros. Es una cantidad que garantizaría el futuro de la empresa después de años en pérdidas y tras haber entrado en causa de disolución, a la espera de un reequilibrio patrimonial. La Audiencia Nacional estableció en 2016 ese importe como indemnización al grupo dentro de un paquete de medidas cautelares a la espera de la celebración del juicio contra los Salazar. El hecho, sin embargo, es que aunque ambos tienen su patrimonio embargado, Deoleo no ha recibido ni un solo euro al no haber sentencia firme.
El próximo día 30 de abril se cumple precisamente una década desde que el consejo de administración de SOS acordara la destitución de Jesús Salazar como presidente y consejero delegado de la compañía, cargo que ostentaba desde 1990. Salazar era en ese momento el primer accionista con una participación del 17,68%, y junto a su hermano Jaime, vicepresidente primero, también consejero delegado y dueño de otro 10,54% del grupo, había sido acusado de haberse llevado presuntamente 212 millones de euros de la caja de la sociedad.
Tras la presentación de una querella contra ellos por parte de la compañía en la Audiencia y después de siete años de instrucción, el 27 de septiembre de 2016 el entonces titular del juzgado número 4, Fernando Andreu, acordó en un auto la apertura de juicio oral, sentando a ambos en el banquillo junto a otra serie de directivos. A la espera todavía de la celebración del mismo, los Salazar se enfrentan así a 45 años de cárcel y una multa de 9,8 millones de euros en total, de acuerdo con las peticiones realizadas por la Fiscalía por el presunto desfalco de la empresa.
Durante los años 2007 y 2008 y, de acuerdo con el auto dictado por el juez, "los acusados, actuando de común acuerdo en perjuicio de la sociedad, valiéndose de sus posiciones en la compañía, fueron transfiriendo cantidades dinerarias desde la tesorería de SOS, sin que conste que dicha operativa fuera autorizada formalmente por sus órganos de administración". Jesús y Jaime Salazar, "se habrían apropiado presuntamente de una cantidad superior a 200 millones de euros" y el juez Andreu decretó como medidas cautelares que "procede indemnizar a Deoleo" en una cantidad total de 248 millones, algo que en ningún momento se ha llevado a cabo.
La Fiscalía acusó a los Salazar de haber utilizado la sociedad Cóndor Plus para transferir los fondos de SOS y repartirlos entre diferentes firmas vinculadas a ellos, llevándoselo posteriormente a Luxemburgo y Suiza. De hecho, están acusados de los delitos de apropiación indebida, estafa, blanqueo, delito societario y contra el mercado.
Según el auto judicial, desde el año 1999 Jesús Salazar habría estado además "obteniendo financiación ilícitamente en perjuicio de SOS a través de la aceptación por parte de Unión de Capitales (su sociedad patrimonial) de letras de cambio giradas en Ginebra, Suiza, libradas por la entidad Glanswood Limited, que incluían un falso aval de SOS", letras que eran endosadas a dos bancos alemanes. Glanswood era una sociedad irlandesa no residente y opaca, cuyos gerentes estaban domiciliados en Ginebra y que formaba parte del entramado.