Fisher-Price retira una hamaca para bebés tras constatarse más de 30 muertes en la última década
- La sillita Rock 'n Play Sleeper se puso a la venta en 2009
- Fisher-Price ha pedido a los padres que dejen de utilizar el producto
Patricia C. Serrano
Fisher-Price ha anunciado la retirada de su silla infantil Rock 'n Play Sleeper, después de que una comisión de consumo de EEUU la haya relacionado con la muerte de 32 bebés en la última década.
"Hemos decidido anunciar la retirada voluntaria de todas las unidades de la Rock 'n Play Sleeper tras los incidentes informados sobre muertes de bebés ocurridas en esta silla al darse la vuelta sin estar asegurados con el cinturón o bajo otras circunstancias", reza el comunicado publicado por la compañía este domingo.
Chuck Scothon, director general de la empresa norteamericana dependiente de Mattel, ha reivindicado su compromiso con la seguridad de sus productos infantiles y ha recordado la larga tradición de Fisher-Price en este aspecto. "Como director general, he pasado mi carrera creando artículos diseñados para la seguridad y el desarrollo saludable de bebés y preescolares", ha explicado en un vídeo publicado en las redes sociales de la juguetera.
Casi cinco millones de estas sillitas para dormir han sido ya retiradas de circulación en EEUU y Canadá, aunque el llamamiento afecta a toda la producción. La Rock 'n Play Sleeper fue lanzada al mercado en el año 2009 pero en 2011 se prohibió su venta en Australia tras constatarse incidentes fatales. En Amazon España continúa a la venta este domingo por 137 euros.
La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EEUU lanzó una advertencia hace una semana relacionando las muertes de 32 bebés con el uso de esta hamaca de Fisher-Price. Según este informe, los pequeños habrían fallecido al darse la vuelta o quedar de costado sobre la silla sin tener abrochadas las correas, por dificultades respiratorias. La compañía ha recordado que su uso sólo estaba recomendado hasta los tres meses o cuando el bebé fuese capaz de darse la vuelta por sí mismo, para evitar riesgos.
Fisher-Price ha asegurado que su intención es continuar trabajando en la seguridad de los niños como piedra angular de su estrategia comercial y ha pedido a los padres que dejen de utilizar el artículo marcado por la controversia.