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El alquiler cruza la línea roja en Barcelona y Madrid y ya supone más del 30% del sueldo

  • Primera publicación de 'La vivienda a fondo', elaborada por elEconomista en colaboración de Aedas Homes, Century 21 y Altamira
<i>Foto: iStock</i>

Alba Brualla

Comprar o alquilar. Esta es la gran duda que surge a cualquier persona cuando tiene que independizarse, se muda a una nueva ciudad o tiene que afrontar un cambio en su vida. Antes de la crisis, la opción de la compra solía resultar la vencedora en más del 90% de los casos, pero en los últimos años el alquiler ha ido ganando adeptos, siendo el modo de vida elegido por el 20% de la población, lo que supone que el alquiler ha duplicado su tamaño en los últimos 15 años, según los datos de Eurostat.

Esta avalancha de demanda por los pisos en alquiler ha pillado desprevenida a la oferta, lo que ha provocado una acelerada subida de los precios, especialmente en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, donde el alquiler se ha encarecido alrededor de un 40% en los últimos seis años, según datos de Fotocasa.

Esta situación de tensión en los precios está generando que las familias crucen la línea roja recomendada por los expertos de no destinar más del 30% de su renta al pago del alquiler. Concretamente, esta situación se da en más de dos tercios del mapa de Madrid, ya que en 90 de los 132 barrios que componen la ciudad los inquilinos dedican más del 30% del suelo al alquiler, según los datos extraídos de la herramienta digital Elige bien tu barrio, elaborada por ING.

Concretamente, en seis de los barrios el nivel de renta destinado al alquiler se sitúa por encima del 44%, liderando el ranking de excesos el barrio del Plantío, donde se destina más de la mitad de los ingresos familiares a pagar el alquiler. En este barrio, situado al oeste de la capital y limitando con las poblaciones de Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Las Rozas, el alquiler medio se sitúa en 4.439 euros al mes, el más caro de todo Madrid, mientras que la compra media de las viviendas está en los 904.999 euros. Esto significa que la inversión para adquirir una casa en Plantío se rentabiliza en 17 años.

Sin embargo, el Plantío destaca también por tener la renta per cápita más elevada de la ciudad, que se sitúa en 84.779,46 euros.

La situación en cuanto al alquiler se agrava notablemente en Barcelona, donde el 93% de los barrios se posicionan por encima del ratio del 30%. Así, solo cinco de los 75 barrios de la Ciudad Condal están en una situación considerada sana por los expertos, mientras que otros siete están en una situación crítica, al dedicar a la renta más de la mitad de los ingresos familiares. De estos, uno está en un ratio del 66%.

Se trata de Sant Genís dels Agudells, donde el alquiler medio es de 1.726 euros y los sueldos medios se sitúan en algo más de 30.900 euros, según los datos de la herramienta de ING, que calcula que la compra media en este barrio es de 253.891 euros, por lo que se rentabiliza en 12 años.

En España se tarda de media unos 15 años en pagar una hipoteca, según los datos la Asociación Bancaria Española, de modo, que cualquier operación cuya amortización estimada quede por encima debería analizarse al detalle por parte del comprador, ya que quizás no sea el mejor momento para comprar, al menos en ese barrio en concreto.

Las zonas más caras y baratas

En Madrid, donde un tercio de los barrios destinan más de lo recomendado al alquiler, destacan por detrás de El Plantío otras zonas como Sol (49,64%), Fuentelareina (49,58%), Cortes (48,31%), Justicia (46,49%), Almenara (45,45%)_y Universidad (44,39%). En esta lista destacan algunos barrios ubicados en el centro de la ciudad, como Sol o Justicia, que precisamente no cuentan con los sueldos más altos de Madrid.

En cuanto a los alquileres más caros, se encuentra Jerónimos (2.647 euros), El Prado (2.531 euros), Valdemarín (2.458), Recoletos (2.337 euros) y Castellana (2.165). En total, son nueve los barrios que superan los 2.000 euros de alquiler mensuales, lo que se debe, en su mayoría, a que se tratan de viviendas individuales y no de bloques de pisos.

A pesar de los elevados precios del alquiler, la imposibilidad de muchas familias para ahorrar durante los años de la crisis está dificultando el acceso a la compra, lo que lleva a que el 63% de los barrios tengan una mayor proporción de viviendas que se alquilan frente a las que se compran, según los datos de Elige bien tu barrio.

El problema es que, en muchos casos, aquellos que no pueden comprar, tampoco tienen capacidad para pagar ciertos alquileres, lo que está generando que se expulse a una parte importante de la demanda, especialmente a los jóvenes, fuera del centro de la ciudad.

En la parte baja de la tabla, los alquileres más bajos de Madrid se encuentran en los barrios de San Cristóbal (384 euros), Amposta (476 euros), Los Angeles (497 euros), Portazgo (555 euros), Palomeras Bajas (587 euros), Casco histórico de Vicálvaro (587 euros) y Butarque (590 euros). Estos son los seis barrios madrileños donde el alquiler no supera los 600 euros. En todos estos casos, la compra de una vivienda se sitúa respecto al alquiler entre los 17 y 26 años de amortización y los precios medios de las viviendas no supera los 170.000 euros en ningún caso, siendo el más barato San Cristóbal, con una media de 76.427 euros.

En el caso de Barcelona, los alquileres más baratos se pagan en la Trinitat Nova con una media de 513 euros al mes, seguida de Torre Baró, con 529 euros, Vallbona (544 euros) y Baró de Viver con 600 euros. Estos son los cuatro barrios donde se pagan menos de 600 euros. Si bien, a diferencia de Madrid, el precio de las viviendas en estos barrios parte de una media de 147.000 euros, en el caso de Baró de Viver y alcanza los 181.000 euros en Vallbona, según los datos de la herramienta digital de ING, que apunta que la inversión se amortiza entre los 20 y los 28 años.

En el otro extremo, el barrio con el alquiler medio más caro de la Ciudad Condal es Vallvidrera, el Tibidabo i les Planes con 3.173 euros, seguido de Pedralbes (2.700 euros), Diagonal Mar i el Front Marítim del Poblenou (2.177 euros) y les Tres Torres (2.130 euros). En este caso, el precio de las viviendas va desde los 600.000 euros (Diagonal Mar), hasta el millón de euros en Les Tres Torres, donde la adquisición de una casa no se amortiza, respecto al alquilar, hasta pasados 40 años.

La elevada demanda en el mercado del alquiler ha llevado a esta situación de tensión en los precios y de exceso de esfuerzo por parte de las familias que han elegido este modo de vida. El problema del mercado del alquiler, es que, a diferencia de lo que sucede con la compra de una vivienda, no hay apenas ningún control para que esto no suceda, ya que el 95% de las viviendas están en manos de particulares. Aunque cada vez más estos contratan a firmas aseguradoras, que si aplican estos filtros, es todavía una tendencia muy incipiente.

Esta situación es totalmente distinta en el caso de la compra, donde la banca aplica controles de riesgo no permitiendo que se supere entre el 30% y el 35% del sueldo para pagar una hipoteca.

Rebajar la tensión de precios

Para relajar la tensión en los precios, Azora, una de las mayores gestoras de vivienda en alquiler en Es-paña, asegura en un estudio que es necesaria la construcción de nuevos pisos destinados a este uso. Así, apunta que el déficit de vivienda en alquiler comparado con nuestro entorno representa unos dos millones de viviendas, que habrá que construir durante los próximos 15 años para satisfacer la cada vez más creciente demanda. "Mantener una seguridad jurídica y un equilibrio contractual es básico para atraer unos 300.000 millones de euros de ahorro privado e institucional necesario para financiar este nuevo stock de vivienda. Se trata de una inversión equivalente al 30% del PIB en 15 años o el 2% del PIB cada año", apunta la firma.

Azora explica que la fabricación de estos pisos es fundamental para que no se produzcan "desequilibrios estructurales entre oferta y demanda, y es vital para garantizar el acceso a la vivienda a través de la fórmula del alquiler para millones de familias españolas, especialmente de los más jóvenes y las familias más vulnerables".

Según Fomento y Eurostat, el alquiler se ha convertido en la solución de acceso a la vivienda para el 75% de los jóvenes españoles menores de 29 años (frente al 40% en 2007) y para el 40% de las familias con una renta inferior al 60% de la renta media nacional. Sin embargo, los elevados precios están mermando poco a poco la percepción de los españoles al respecto del alquiler y vuelve a salir a flote la idea de que España es un país de propietarios.

Así, a pesar de que cada vez son más las personas que eligen el alquiler como su modo de vida, casi la mitad de los que lo hacen es por la incapacidad de adquirir una vivienda. Concretamente, el porcentaje de inquilinos que querría comprar una vivienda es del 47%, según los datos del último informe de Fotocasa.

El estudio revela, además, que está aumentando la percepción de que alquilar es tirar el dinero, un pensamiento que se fue perdiendo durante los años de crisis y que ahora regresa con fuerza entre el 33% de los inquilinos. Asimismo, un 60% apoya firmemente la idea de que ahora compensa más pagar una hipoteca que un alquiler.

Esta idea, además de por los precios del alquiler, está respaldada por un panorama de tipos muy bajos, nunca vistos hasta esta crisis, que se espera que puedan empezar a subir a finales de este año o principios del siguiente ejercicio, por lo que son muchos los expertos que recomiendan comprar ahora.

El PSOE plantea que los ayuntamientos compren pisos en arrendamiento

El PSOE plantea en su programa marco para las elecciones municipales del próximo 26 de mayo que los ayuntamientos compren viviendas ya construidas para destinarlas al alquiler, excluyendo las procedentes de los desahucios que han llevado a cabo los bancos. El objetivo que se marcan los socialistas en sus ayuntamientos es el de crear un parque público de viviendas en alquiler, con precios de referencia, que acabe incidiendo en los precios de mercado. El texto, coordinado por Oscar Puente, alcalde de Valladolid, y al que al que ha tenido acceso Europa Press, deja claro que la "prioridad absoluta" en política de vivienda será la creación de un parque público de alquiler "suficientemente dimensionado" con el que desarrollar políticas activas que faciliten vivienda a la ciudadanía e "incidan en el precio del mercado de alquiler". Para lograr estos objetivos, los socialistas plantean que el sector público lidere las actuaciones de política de vivienda y que el parque público que se cree se nutra "preferentemente" de viviendas ya construidas, repartidas de manera equitativa en todo el territorio, y adquiridas en procesos de compra pública. Pero deja claro que en la adquisición de casas se excluirán "las procedentes de desahucios y en manos de bancos". El motivo, según justifica el propio programa, es evitar "los nuevos desarrollos de vivienda que contradicen la idea de ciudad compacta" que defienden y que "generan la concentración de la vivienda pública en determinados entornos, favoreciendo la creación de zonas marginadas".