Rosauro Varo, el 'rey de las VTC' que más sufre por el cierre en Barcelona
- El 44% de la flota de Vector Ronda, participada por Cabify, está en Cataluña
África Semprún, Estela López
El cierre de las plataformas Uber y Cabify en Barcelona ha caído como un jarro de agua fría entre los reyes de las VTC, que lamentan verse abocados a dejar la región y presentar expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales y definitivos para unos 3.000 trabajadores.
Aunque los tres principales propietarios de licencias de España (suman unas 5.161 matriculadas) tenían intereses en la Ciudad Condal, el empresario Rosauro Varo, conocido por ser el novio de Amaia Salamanca, es el más afectado por el Decreto-Ley aprobado por la Generalitat de Cataluña que fija un tiempo de espera mínimo de 15 minutos entre la contratación del servicio y su prestación efectiva.
Y es que, Vector Ronda Teleport, la compañía participada por Varo y Cabify, tiene el 44% de su flota en Barcelona, mientras que en otras empresas como las de Juan Antonio Parrondo o las del fondo Stone Peak Plum Investments II, con sede el Luxemburgo, la Ciudad Condal apenas concentra el 20% de sus vehículos.
Según la información proporcionada por Vector, la firma explota a través de una red de más de doce sociedades unas 1.405 licencias de VTC, de las que 618 están en Barcelona, 675 en Madrid y el resto en Andalucía. Una cifra que no coincide con la registrada en la web de Fomento, donde se asegura que la firma de Varo y Cabify tiene 1.179 licencias matriculadas de las que 449 están en Madrid, lo que elevaría su exposición a Cataluña al 52,4% de su flota, lo que implica que su principal vía de ingresos ha desaparecido.
En esta línea, el fundador de Cabify, Juan de Antonio, reconoció poco antes de que se firmara el decreto ley catalán que Barcelona supone el 10% de sus ingresos, un trozo de la tarta de su facturación muy significativo, y más teniendo en cuenta que la plataforma de movilidad está presente en unos 14 países.
El fondo con sede en Luxemburgo Stone Peak se ha hecho hace poco con Moove Cars y Ares Capital, dos de las empresas con más licencias de VTC de España, pero con una presencia más pequeña en Barcelona. De las 1.916 licencias que ambas empresas aglutinan directamente a través de decenas de sociedades, unas 240 están en Barcelona y unas 950 está en Madrid, donde el futuro del sector de momento parece asegurado.
Moove Cars, que ha sido la primera en presentar un ERE temporal para 750 personas ante la Generalitat de Cataluña, tiene una participación en Tibus, una firma fundada por Alsa a través de la que operaba 120 licencias en Barcelona con Uber. Con estos coches, que elevan a 2.036 el número de vehículos que explotan o explotaban a través de Uber o Cabify, el peso de la Ciudad Condal en la flota es del 19,6%.
Por su parte, Parrondo, el exjefe del taxi madrileño, es accionista de Cibeles Comfort y presidente de Auro New Transport, dos firmas que operan unas 1.720 licencias de VTC de las que el 20% (342) están en Barcelona y el 76% (1.307) en Madrid. La compañía opera con Cabify.
Aunque los reyes de las VTC han tenido que aparcar las 1.360 licencias de Barcelona, el 60% de todas las que las administraciones han otorgado en la provincia, el verdadero negocio de estas compañías está en Madrid, donde explotan más de 2.580 VTC, una CCAA en la que tienen el futuro asegurado a menos que haya un cambio en el gobierno regional en favor de Podemos o el PSOE o de que se apruebe la enmienda al RDL 13/2018 con la que el taxi busca que los 15 minutos de precontratación se incluyan en la Lott, algo que no parece que vaya a suceder.