Empresas y finanzas
Expediente a Avalmadrid por los avales para Díaz Ferrán y Arturo Fernández
- El BdE abre expediente a la patronal de Madrid y la Cámara de Comercio
- Cantoblanco entró en concurso tras un informe que no advirtió de sus riesgos
Rubén Esteller
Madrid,
El Banco de España ha puesto la lupa en los avales concedidos por Avalmadrid, una sociedad de garantía recíproca controlada por la Comunidad de Madrid y la patronal madrileña, a las empresas de los expresidentes de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de CEIM, Arturo Fernández.
La autoridad supervisora ha decidido incoar un expediente disciplinario a esta sociedad así como a parte de sus consejeros y directores generales desde enero de 2013, por incumplir varias instrucciones relacionadas con el control de riesgos de esta entidad financiera tras la inspección iniciada el 28 de noviembre de 2016.
El expediente afecta , entre otros, a la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid, pero también a la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid o el Banco Popular, ya que Avalmadrid otorgó avales por encima de los límites marcados por el Banco de España y sin las precauciones necesarias.
La comisión ejecutiva del Banco de España remitió el pasado 21 de enero a los afectados su pliego de cargos, al que podrán responder en un plazo de 30 días hábiles y en el que figuran, entre otros, Juan Pablo Lázaro, actual presidente de la patronal madrileña; Juan Iranzo, exconsejero de Caja Madrid condenado por el caso de las tarjetas black; Pedro Irigoyen (director de Recursos Humanos y Relaciones con la Administración de Justicia de la Comunidad de Madrid); Jesús Alejandro Vidart (director de Contratación, Patrimonio y Tesorería de la Comunidad); Manuel Beltrán (secretario del consejo del Canal de Isabel II); Alfonso Carcasona (el que fuera vicepresidente de CEIM y actualmente contador), o Fernando Rodríguez (que fue presidente de la Confederación de Transporte de CEIM), entre otros (ver gráfico).
Según dicho pliego, al que tuvo acceso elEconomista, en el año 2012 la entidad fue objeto de una visita de inspección del Banco de España, que concluyó con un escrito de fecha 6 de noviembre de 2012, en el que se incluían tres requerimientos dirigidos a Avalmadrid.
Avalmadrid dejó sin cumplir dos requerimientos del Banco de España sobre riesgos
El equipo inspector ha constatado tiempo después que Avalmadrid no habría cumplido dos de esos tres requerimientos: los relativos a la concentración de riesgos y al control del riesgo de crédito.
Sobre el presunto incumplimiento del requerimiento relativo a la política de reducción de concentración de riesgos, el Banco de España considera que se tardó más de un año y medio en incorporar a su política crediticia el límite máximo por operación.
A lo anterior se añade que, según se constata en el Acta de inspección, Avalmadrid concedió varias operaciones de aval financiero por importe superior a 1 millón de euros a siete sociedades o grupos económicos por un total de 10,7 millones de euros, de los cuales 6,4 millones de euros no tenían reafianzamiento, alcanzando en esos casos el importe por operación un máximo de 2,4 millones de euros.
El segundo requerimiento del Banco de España exigía aplicar una política crediticia que disminuyese la concentración existente en la cartera de avales con acreditados/avalados con un riesgo individual significativo; en particular, con aquellos con un importe de riesgo individual que no reúna las condiciones para obtener reafianzamiento. Uno de los casos más destacados corresponde al Grupo Cantoblanco.
Sin rastro de los riesgos
Según el Banco de España, la insuficiencia de los informes de seguimiento fue tal que el grupo de restauración del expresidente de CEIM entró en concurso sin que el informe de seguimiento de tres semanas antes reflejara ninguna incidencia en su situación cuando existían indicios suficientes sobre las dificultades financieras del avalado.
La revisión de los riesgos, añaden, no siempre se efectúa con la periodicidad establecida en el Manual de Seguimiento de Riesgos, esto es, anualmente para riesgos a partir de 200.000 euros, semestralmente para riesgos superiores a 1 millón de euros, y, al menos semestralmente, para riesgos en seguimiento especial. Esta incidencia afecta a 46 operaciones. Además, en los informes de seguimiento no hay decisiones y conclusiones claras, incluso en los casos en que se constata un deterioro evidente del avalado. Esta incidencia afecta a 64 operaciones.
En la mayoría de los informes que se elevan al Comité de Seguimiento y Morosidad de Avalmadrid solo se hace referencia al incumplimiento de los pagos y a la dificultad de su recuperación, sin apenas aportar más información sobre la posibilidad de obtener o ejecutar garantías. En los casos en que se mencionan propuestas de negociación con el socio, no se aporta información detallada o análisis de las mismas.
El Banco de España detecta en 52 operaciones que solo se hace referencia al incumplimiento de los pagos y a la dificultad de su recuperación sin aportar más información sobre la posibilidad de obtener o ejecutar garantías. Entre estas operaciones figuran las de empresas como Cantoblanco, Marsans, Clalu Restauración, Energía Ercam, etc.
El supervisor indica también que hay 12 operaciones en las que la clasificación crediticia se realiza con mucho retrasos y en algún caso a instancia de la auditoría externa, como son los casos del Grupo Cercal Alimentación, Grupo Novisima, Cavali y Asociación de Empresarios del Henares.
Fuentes consultadas por este diario indican que el Consejo de Administración de Avalmadrid aprobó una reestructuración en su plantilla en el año 2017 culminando en el año 2019 con la aprobación de unas tablas salariales para su plantilla, siendo la de los directores de un 270 por ciento por encima del Convenio Colectivo por el que se rigen sin contar complementos.
Avalmadrid además ha visto un fuerte incremento en los últimos años de su ratio de morosidad, que ha pasado del 2,71 por ciento en 2010 al 10,32 por ciento en el año 2017, y su ratio de fallidos, que se ha incrementado desde el 3,39 por ciento en 2010 al 5,26 por ciento en 2017.