Empresas y finanzas

CaixaBank apuesta por el 'ladrillo' seguro con el 'leasing' inmobiliario

  • La entidad quiere liderar el segmento en España, como ya hizo antes de la crisis
  • El 'leasing' facilita grandes inversiones y ofrece ventajas fiscales
  • Tras varios cambios contables, ha mejorado su uso para las pymes
Sede de CaixaBank. <i>Reuters.</I>

Estela López
Barcelona,

La búsqueda de diversificación de ingresos de CaixaBank en el escenario actual de estrechos márgenes financieros tiene en el leasing una de sus ramas.

Ya hace unos años que está creciendo el arrendamiento financiero con opción de compra -que es en lo que consiste el leasing- de bienes de equipo, pero ahora también está despertando el leasing inmobiliario, y la entidad financiera catalana, que llegó a ser líder del segmento en España antes de la crisis, quiere volver a serlo.

Actualmente tiene una cuota de mercado del 11% y es el cuarto operador, frente a la cuota del 22,6% que llegó a tener hace una década como entidad dominante. Su objetivo es recuperar la posición en los próximos tres años, según el director de Financiación a Largo Plazo/Leasing de CaixaBank, Jordi Matas.

En el leasing de bienes de equipo, CaixaBank ya tiene una cuota de mercado del 18% y ocupa la segunda posición en España, ascendiendo desde el quinto puesto al que llegó en el peor momento de la crisis económica.

Y es que el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 paralizó la financiación relacionada con el ladrillo, a la vez que las empresas frenaron sus inversiones por la recesión económica. Pero los tiempos han cambiado, con la construcción recuperando dinamismo y las compañías retomando planes de crecimiento, y CaixaBank quiere aprovecharlo.

Ingresos recurrentes con morosidad reducida

El leasing permite al banco obtener ingresos recurrentes mediante las cuotas periódicas del arrendamiento -que dura un mínimo de dos años para bienes de equipo y 10 años para bienes inmuebles- y con bajo riesgo, ya que la morosidad es inferior al 1%, y el activo actúa como garantía en caso de impago, señala Matas.

El directivo destaca que hay mucho potencial de crecimiento por dos motivos: el recorrido de recuperación de proyectos que fueron postergados por la crisis, y el auge del arrendamiento financiero, que en España se ha utilizado hasta ahora menos que en otros países europeos, pese a que ofrece ventajas fiscales.

CaixaBank llegó a tener una inversión viva de 4.000 millones de euros en 2008, y actualmente se sitúa en algo más de 2.800, si bien está creciendo a ritmos del 35% en nueva inversión. Esto es muy por encima de la media del sector en España, que llegó a sumar un volumen de inversión de 24.000 millones de euros, frente a los 12.000 actuales, la mitad, pese a que el sector tocó fondo y empezó a recuperarse en 2012, según datos de la Asociación Española de Leasing y Renting (AERL).

En los últimos cinco años, CaixaBank ha realizado más de 52.000 operaciones de leasing. El último año completo, 2017, formalizó más de 14.000 operaciones, con una cifra de inversión superior a los 1.200 millones de euros y una media de inversión de aproximadamente 90.000 euros por operación, y este 2018 prevé cerrarlo con un crecimiento superior al 10%, tanto en el número de operaciones cómo en inversión.

Actualmente, el 85% de la inversión corresponde a bienes de equipo y el 15% a bienes inmuebles. No obstante, se está notando un "incremento significativo" de la demanda de operaciones de leasing inmobiliario, en especial las de construcción -con voluntad de conservar el activo al final del contrato de arrendamiento-, lo que denota que las empresas han reactivado sus planes de inversión ampliando su capacidad productiva, según CaixaBank.

Para las empresas que optan por el leasing, esta fórmula facilita acometer proyectos de envergadura que no podrían asumir de otra manera, ya que permite financiar hasta el 100 por cien del importe de la inversión, incluido el IVA; ofrece flexibilidad en las cuotas, y consigue ventajas fiscales, además del derecho a adquirir la propiedad del bien al final del contrato.

También pensando en las pymes

Por ejemplo, el leasing permite deducir de la base imponible del impuesto sobre sociedades o IRPF del arrendatario hasta el doble de la amortización fiscal -o el triple, en caso de pymes-, lo que reduce el coste financiero-fiscal de la operación. Además, el leasing evita al cliente el pago del IVA de la compraventa, que corre a cargo de la entidad de leasing. Este aspecto es especialmente interesante en operaciones de importes elevados.

En el caso de las pymes, también es un factor a tener en cuenta que permite reducir burocracia -tras diversos cambios introducidos en las normas contables en los últimos años-, ya que la cuota del arrendamiento suele incluir de una vez gastos asociados que de otra forma se deberían contabilizar por separado, como seguros, mantenimiento y amortizaciones.