Dyson desata un dieselgate en el mundo de las aspiradoras tras una larga batalla judicial
- La competencia ha utilizado etiquetas energéticas "engañosas", según TJUE
- Los principales beneficiados son los fabricantes alemanes
Francisco S. Jiménez
El productor británico de aspiradoras Dyson ha ganado el pulso judicial a la Comisión Europea y a los fabricantes alemanes dejando en evidencia que los etiquetados de eficiencia energética en estos productos son falsos. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea avala que los argumentos de Dyson que dice que la actual información de los fabricantes en Europa induce al error al consumidor y es engañosa en las prestaciones y consumo de las aspiradoras.
Dyson es uno de los pocos fabricantes de aspiradoras que no utilizan bolsas de polvo. La tecnología utilizada va contracorriente dentro del sector que emplean colectores. El excéntrico propietario de la compañía siempre ha hecho gala de la capacidad de innovación de sus productos, James Dyson, y no se corta en afirmar que sus aspiradoras son las eficientes y potentes del mercado.
El inventor británico revolución el mundo de las aspiradoras hace casi 40 años adaptó el sistema ciclónico a sus productos al observar que las aspiradoras perdían potencia de succión cuando se llenaba la bolsa y el polvo obstruía el mecanismo.
La compañía ha ido desarrollando y mejorando sus productos al quitarle los cables y crear diseños verticales. Pero también siendo muy agresivo con sus competidores desde el frente legal. Desde el 1 de septiembre de 2014, todas las aspiradoras vendidas en la Unión Europea tienen que llevar una etiqueta energética para informar a los consumidores acerca del grado de eficiencia energética y del poder de limpieza de la aspiradora.
Dyson vio la rendija para poner en valor su tecnología al detectar que la normativa europea no contemplaba la realización de mediciones con aspiradoras cuyo colector de polvo está lleno
Dyson vio la rendija para poner en valor su tecnología al detectar que el reglamento de la normativa europea no contemplaba la realización de mediciones con aspiradoras cuyo colector de polvo está lleno. Primero disparando contra su competidor alemán BSH y posteriormente contra la propia Comisión Europea. Para Dyson se estaban produciendo un dieselgate, como en la industria del automóvil, pero en el sector de aspiradoras bajo el paraguas del Ejecutivo comunitario y con la similitud de que los más beneficiados son los fabricantes de aspiradores alemanes.
Dyson interpuso recurso de casación, que fue estimado por el Tribunal en mayo de 2017. El Tribunal de Justicia declaró que el Tribunal General había recalificado uno de los argumentos de Dyson al considerar que este criticaba el ejercicio de la competencia de la Comisión para adoptar el reglamento controvertido en consonancia con la Directiva sobre el etiquetado energético. Según el tribunal, era incuestionable que lo que Dyson reprochaba a la Comisión era su incompetencia para desarrollar el reglamento.
La sentencia indica que la información al consumidor sobre el rendimiento energético de los aparatos en varias condiciones de utilización es un objetivo esencial de la directiva y refleja una decisión política del legislador de la Unión Europea, dado que el método establecido por la Comisión para el cálculo del rendimiento energético de las aspiradoras se basa en un colector vacío. El Tribunal General concluye que tal método no es conforme con los elementos esenciales de la Directiva.
Según la sentencia, la directiva tiene por objeto armonizar las medidas nacionales relativas a la información al usuario final sobre el consumo de energía "durante su utilización", a fin de que puedan escoger productos "más eficientes". Por lo tanto, la Comisión tenía la obligación, con el fin de no incumplir un elemento esencial de la directiva, de establecer un método de cálculo que permitiera medir el rendimiento energético de las aspiradoras en unas condiciones que reprodujeran en la medida de lo posible las circunstancias de uso real. Ello implica que el colector de la aspiradora debe llenarse hasta un determinado nivel, teniendo en cuenta las exigencias relativas a la validez científica de los resultados obtenidos y la exactitud de la información proporcionada a los consumidores.
En la práctica supone engañar al consumidor con información falsa de rendimiento, potencia y eficiencia
Dado que el método establecido por la Comisión para el cálculo del rendimiento energético de las aspiradoras se basa en un colector vacío, el Tribunal General concluye que tal método no es conforme con los elementos esenciales de la Directiva.
Por consiguiente, el Tribunal General considera que la Comisión incumplió un elemento esencial de la Directiva y anula el Reglamento, habida cuenta de que el método de cálculo del rendimiento energético no es un elemento que pueda separarse del resto del acto. Dyson ha demostrado judicialmente que la potencia y la eficiencia proporcionada por los fabricantes de aspiradoras con bolsa son falsas.
Dyson en un comunicado ha señalado que es "una victoria para los consumidores de toda Europa" porque es esencial que la gente "puede confiar en lo que los fabricantes dicen sobre sus productos". Y señala que la anterior normativa beneficiaba a los "fabricantes tradicionales, predominantemente alemanes".