Empresas y finanzas

Once patronales lanzan un 'superlobby' para electrificar la economía

  • Acciona e Iberdrola han impulsado la entidad

Tomás Díaz

Once patronales eléctricas están trabajando para crear un superlobby sectorial que promocione la electrificación de la economía española con una generación libre de emisiones de carbono: Ace, Acie, Aedive, Aee, Afbel, Aseme, Appa Renovables, Entra, Protermosolar, Unef y Unesa se reunieron el martes pasado en Madrid, con la intención de alumbrar una gran entidad paraguas que las englobe, recogiendo el testigo de una iniciativa de Acciona e Iberdrola que no ha sentado bien en otras relevantes empresas energéticas.

La reunión del pasado martes, celebrada en la sede de Appa Renovables, no ha sido la primera; ya en junio tuvieron un primer encuentro -en el que participaron menos organizaciones- donde se empezó a perfilar un proyecto que toma como modelo la Electrification Alliance, una entidad de ámbito europeo creada hace un año por cinco asociaciones de rango continental: Eurelectric, el Instituto Europeo del Cobre, la Asociación Europea de Bombas de Calor, SolarPower Europe y Wind Europe.

La futura entidad aún no tiene denominación y los promotores quieren aglutinar a más asociaciones sectoriales al objeto de aumentar su representatividad y ascendencia. Su idea es que participe toda la cadena de valor eléctrica, desde fabricantes de equipos hasta consumidores -incluidos los vehículos eléctricos-, pasando por distribuidores, generadores y comercializadores, es decir, entidades todas ellas interesadas en incrementar el peso de la electricidad, preferiblemente limpia, en los consumos finales de energía.

Manifiesto en septiembre

Las patronales tienen prevista una tercera reunión en septiembre -en la que esperan alumbrar un Manifiesto con los principios fundacionales que volverá a tomar como modelo el de la Electrification Alliance- y esperan que el número de participantes se incremente gracias a su labor de captación.

En la reunión celebrada el martes, los participantes debatieron sobre aspectos cruciales, como la participación, la gobernanza y la representatividad de la futura asociación de asociaciones, pero de un modo muy general.

Varias de las fuentes consultadas por elEconomista son escépticas sobre la posibilidad de que se llegue a un acuerdo -las patronales son celosas en sus ámbitos de actuación-, pero lo cierto es que las asociaciones aprobaron que en estos primeros estadios de desarrollo haya dos figuras visibles, un portavoz y un secretario, que se ejercerán de forma rotatoria entre los integrantes. Para evitar recelos, el sorteo ha decidido quiénes los encarnarán.

Sólo para asociaciones

En el orgien del superlobby están dos compañías, Acciona e Iberdrola, notorias rivales, pero unidas por tener la sostenibilidad como elemento común a su filosofía empresarial. De hecho, su prístina función motriz no sentó nada bien a otras grandes empresas con menos intereses en la descarbonización de la economía, que han tratado de frenar la iniciativa.

Una de las versiones sobre el nacimiento de la futura entidad apunta a que es fruto de escasa operatividad de Unesa en algunos campos, dividida en la actualidad por la divergencia de intereses de sus cinco socios.

En la reunión del pasado martes un responsable de Acciona dio la bienvenida a los representantes sectoriales y se marchó, dejando claro que ni ella ni Iberdrola -que no asistió- querían formar parte de la nueva entidad, que sólo podrán integrar asociaciones.

Ganar ventaja a otras energías

A finales del año pasado la electricidad representó únicamente el 23,4 por ciento de los consumos finales de energía, mientas que los productos petrolíferos y el gas natural alcanzaron una cuota del 47,4 y el 18 por ciento, respectivamente. 

Una parte básica de la transición energética consiste en aumentar el peso de la electricidad generada con renovables en los consumos finales, sobre todo en el transporte y en los usos térmicos, para eliminar las emisiones de CO2. 

Sin embargo, en el sector eléctrico se cree que la atomización de sus asociaciones dificulta un mayor peso de la electricidad en los usos finales y, a la vez, facilita el lobby de otras energías, como el gas, algo que se quiere atajar con una nueva patronal de patronales.