Empresas y finanzas

Gravar todas las importaciones de EEUU reduciría el beneficio del S&P en un 15%

    <i>Foto: Dreamstime</i>

    José Luis de Haro
    Nueva York,

    Con el pulso arancelario iniciado por la Casa Blanca lejos de relajarse, los analistas de Goldman Sachs, liderados por su estratega jefe, David Kostin, consideran que, aunque los gravámenes ya en curso benefician a ciertas industrias domésticas, en general suponen un riesgo para los beneficios del S&P 500. Según su punto de vista, dos son los talones de Aquiles. Por un lado, una reducción de los ingresos fruto de una caída en las exportaciones y, por otro, un debilitamiento de los márgenes, dado el incremento en los costes de producción.

    En lo que llevamos de año, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto aranceles sobre un total de 79.000 millones de dólares a importaciones y amenaza con expandir su azote hasta un total de 781.000 millones de dólares, lo que representaría el 27% de los bienes que entran en el país.

    "Nuestros economistas consideran que existen un 60% de probabilidades de que EEUU acabe por imponer gravámenes sobre productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares", señalan Kostin y su equipo señalando que su Índice de Incertidumbre de Política Comercial toca niveles no vistos desde 1994, coincidiendo con la implementación del Tratado de Comercio de América del Norte (NAFTA o TLCAN, por sus siglas en inglés).

    En estas circunstancias, los mercados financieros no atisban una tregua, como bien demuestran los futuros de soja a este lado del Atlántico, que anticipan que el pulso entre Washington y Pekín se extenderá, por lo menos, hasta el próximo año. Sin embargo, en estos momentos, los expertos de Goldman determinan que el impacto del beneficio por acción del S&P 500 derivado de una caída en los ingresos es mínima. "Incluso si entrásemos en una guerra comercial global en la que cada país impone un arancel del 5% a todos los socios comerciales, el impacto sobre los ingresos sería reducido", aseguran.

    Un escenario como este, borraría sólo 20 puntos básicos del PIB estadounidense y 10 puntos básicos de la economía global. Su impacto sobre los beneficios del S&P 500 serían residuales, con una reducción del 1% en las proyecciones para 2019, que Goldman sitúa en los 170 dólares.

    Donde existe un mayor impacto es en los márgenes. Mientras que, en el conjunto de las industrias estadounidenses, sólo el 15% del coste de sus bienes vendidos es importado, dentro de las compañías del S&P 500 dicho porcentaje asciende a casi el 30%. No debemos olvidar que el 29% de las ventas de los componentes de este indicador se generan en el extranjero y que las importaciones chinas suponen un 18% del total de EEUU.

    "Un arancel del 10% sobre todas las importaciones procedentes de China reduciría nuestra estimación de BPA del S&P 500 para 2019 en un 3% hasta 165 dólares", calculan Kostin y sus chicos. Por el contrario, si el gobierno estadounidense decidiera aumentar su azote y aplicar un arancel del 10% sobre todas las importaciones estadounidenses, algo que no ha ocurrido desde la década de 1940, la estimación de beneficio se reduciría en un 15% hasta los 145 dólares.