Jamones de Trevélez denuncia a Comapa ante la Junta de Andalucía
- La Indicación Geográfica considera que 'Trevedul' induce al engaño
Antonio Lorenzo
"Que cada uno fabrique como quiera sus jamones, pero que no utilice un nombre que confunda, porque se pone en riesgo el prestigio y el trabajo de calidad de muchos años de jamoneros". Así justifica Pilar Álvarez, presidenta de consejo regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Jamón de Trevélez, la denuncia que ha presentado su organismo ante las consejería de Agricultura y de Sanidad y Consumo de la Junta de Andalucía contra el distribuidor de jamones ibéricos Comapa, compañía que distribuye los jamones Trevedul y Sierra de la Alpujarra en superficies comerciales como Carrefour, Consum y Ahorramás.
El parecido entre la enseña Trevedul y la marca de garantía Trevélez es evidente, por lo que "queremos que no se engañe al consumidor y que el nombre de la marca Trevedul no se relacione con los jamones de la marca de garantía Trevélez", recalca Álvarez en declaraciones a elEconomista. Lo mismo sucede con Sierra de la Alpujarra y el enclave geográfico en el que se ubican desde hace siglos los jamones de Trevélez.
A grandes rasgos, según argumenta Álvarez, "el jamón de Trevedul es un producto que se puede adquirir en algunos supermercados por 25 o 30 euros, mientras que los de la Indicación Geográfica Protegida de Jamón de Trevélez, de excelente relación calidad-precio, cuestan 70 u 80 euros, según el peso, debido a la calidad del proceso". En opinión de Álvarez, mientras que Trevedul acelera la curación en cámaras y añade conservantes y colorantes, así como todo tipo de trazas, Jamón de Trevélez "es un producto elaborado de manera tradicional en un entorno geográfico delimitado que le confiere unas las características y cualidades que lo hacen único, con curación de entre 14 y 20 meses", indican sus responsables. Los factores de altitud (1.200 metros), temperatura y humedad de la parte alta de la Alpujarra (dentro del Parque Natural de Sierra Nevada) proporcionan al producto unas cualidades alabadas desde tiempos de Isabel II. "Ese prestigio puede desaparecer por culpa de Trevedul, cuya denominación ofrece un parecido evidente con nuestra marca garantizada", apunta Díaz.
No es la primera vez que el consejo regulador de la Denominación de Origen Trevélez acude a la administración autonómica en busca de protección. Algo parecido ya sucedió en 2009, cuando emprendió acciones legales contra Comapa por el uso de la marca Trevedul. En aquella ocasión, la denuncia presentada por la IGP ante la Junta de Andalucía -después derivada a la Comunidad de Madrid-, terminó con una multa de apenas 15.000 euros contra la compañía.