Empresas y finanzas

Calviño tranquiliza a la cúpula de Bankia: no hay urgencia en aplicar ningún cambio

  • La ministra, pese a ello, se reunirá con Goirigolzarri en los próximos días

Fernando Tadeo

La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha transmitido tranquilidad al equipo de Bankia. Según ha podido saber este periódico, ha trasladado al presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en una conversación telefónica, que no hay urgencias en llevar a cabo cambios en Bankia, tanto para alargar los plazos para la privatización, como mucho menos para abordar una posible nacionalización vitalicia. Y que, por tanto, no era necesario mantener una reunión entre ambos.

Aún así, según anunció ayer el máximo responsable del grupo financiero, mantendrán un encuentro en los próximos días para hablar sobre el futuro y las posibles modificaciones legales, entre las que destacaría la ampliación del periodo por el que el Estado tiene que desprenderse del 61% del capital, que vence a finales de 2019.

Goirigolzarri, que participó ayer en unas jornadas de la Apie y BBVA, abogó por mantener por ahora este periodo, ya que todavía queda tiempo para que la acción se recupere y se puedan llevar a cabo colocaciones de títulos. En todo caso, se mostró a favor de que el Gobierno, más adelante, pueda extender el periodo si fuese necesario. "No tenemos agobios", señaló.

Eso sí, el presidente de Bankia no contempla el escenario de que la firma se convierta en una entidad pública de por vida, una opción que rechazó de plano como en otras ocasiones por las consecuencias negativas que acarrearía. Y, por ello, no pretende dejar su cargo, ya que su mandato de independencia para crear valor a los accionistas se mantendrá intacto. Desde algunos círculos se da por hecho que una medida de estas características, por la presión de sindicatos y Podemos, llevaría aparejada la salida inmediata de Goirigolzarri de la entidad.

El máximo responsable del grupo financiero alertó de que cuando el ICO se puso a dar créditos y competir con la banca comercial, como si fuera un instrumento financiero al servicio de Estado, su morosidad se disparó. Uno de los programas alcanzó una morosidad superior al 80%, lo que ha supuesto "graves problemas".

El reto de los tipos de interés

En el discurso de Goirigolzarri se mantiene la idea de que se respetará el mismo modelo para Bankia, que tendrá que ejecutar el plan diseñado en febrero para que la cotización pueda despegar. El objetivo es alcanzar una rentabilidad de doble dígito en 2020. Para ello tendrá que contar con la ayuda de una subida de los tipos de interés en la zona euro, una decisión que no se espera hasta al menos otoño del próximo ejercicio.

Esta lentitud del BCE en mover su política monetaria está perjudicando a la acción de Bankia, como reconoció el presidente del banco nacionalizado. Pero, una vez se vislumbre con más claridad el alza del precio oficial del dinero, el atractivo del banco mejorará y eso será recogido por el mercado, según Goirigolzarri.

El banquero admitió también que la fijación del plazos determinados por la legislación para la privatización está presionando la cotización, ya que hay inversores que están apostando a la baja con operaciones a corto ante las expectativas de que el Estado pueda colocar un paquete con descuentos. "Es una cuestión técnica que tenemos que gestionar", indicó.

Por otra parte y como otros responsables del sector financiero, se mostró en contra de que el Gobierno vaya a aprobar un impuesto a la banca para pagar las pensiones de manera discriminatoria, ya que esto puede ocasionar restricciones de crédito ante la baja rentabilidad del sistema en estos momentos, que no supera los costes de capital.