La Comisión Europea: "Con el arancel a la aceituna Trump se ha saltado a la OMC"
Javier Romera, África Semprún
La decisión de la Administración Trump de subir los aranceles a la aceituna negra española ha hecho saltar todas las alarmas tanto en la industria agroalimentaria nacional como en el seno de la Unión Europea (UE), donde ven en esta medida una seria amenaza a la Política Agraria Europea (PAC) y a la propia Organización Mundial de Comercio (OMC), cuyas normas, según Bruselas, están siendo ignoradas por parte del actual presidente del país norteamericano
El Gobierno de Estados Unidos ha señalado directamente a las subvenciones que los agricultores andaluces reciben de la UE para ratificar y aumentar desde el 21,6 por ciento hasta el 35,75 por ciento los aranceles que puso sobre el producto entre noviembre de 2017 y el pasado mes de enero. En una entrevista con elEconomista Alimentación, Jochen Mueller, director adjunto de la oficina de representación de la Comisión Europea en España y portavoz de Comercio, asegura que "los aranceles aprobados son prohibitivos, cierran el mercado, están injustificados y son inaceptables bajo las normas de las OMC".
Mueller asegura desconocer por qué Estados Unidos ha ido únicamente contra España y no contra el resto de países productores -"eso es algo que habría que preguntarles a ellos", dice-, y recuerda que "el conflicto ha empezado por una denuncia de los productores locales". En concreto, el expediente se inició a raíz de una denuncia presentada por la Coalición para el Comercio Justo de Aceitunas Maduras, una organización californiana que representa a compañías como Musco Family Olive o Bellcarter Foods, entre otras.
Importación
"El arancel no tiene ningún sentido porque Estados Unidos únicamente produce el 10 por ciento de la aceituna que necesita, entre otras cosas, para la elaboración de pizzas", explica Mueller, que no tiene ninguna duda de que si no se produce una marcha atrás "se cerraría de facto el mercado". De hecho, la exportación de aceituna de mesa negra de España a EEUU -los productores españoles se habían hecho con un tercio del mercado, superando a todos los demás países- ha descendido en el primer trimestre del año un 42,4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, pasando de 6,9 millones de kilos a tan solo 4 millones, de acuerdo con la información del Departamento de Aduanas de EEUU. Y mientras las exportaciones caen, las ventas del resto de países al mercado norteamericano crecieron un 16,3 por ciento, pasando de 7 millones de kilos a 8,2 millones.
Así, destaca el crecimiento de Marruecos, que exportó 3 millones de kilos, un 33 por ciento más; Egipto, con 1,2 millones, y un 50 por ciento más y Turquía, con 400.000 kilos, lo que implica un incremento del 82,3 por ciento.
El director adjunto de la oficina de representación de la Comisión Europea insiste, en cualquier caso, en que, tal y como se reclama desde el sector, "defenderemos a la aceituna española al igual que estamos haciendo con el aluminio o el acero".
No obstante, Mueller dice que todavía es pronto para pronunciarse sobre cuáles son las medidas que se podrían adoptar en un futuro. "Lo primero es esperar al próximo 10 de julio, cuando el ITC -la Comisión de Comercio Internacional, de acuerdo con sus siglas en inglés-, un organismo independiente, decida si se aprueban los aranceles o los anula. En caso de que se mantuvieran, dependiendo de cual fuera la argumentación se abrirían también distintas posibilidades", dice Mueller.
"Desde luego, vamos a defender las reglas de la OMC, porque Donald Trump se las está saltando, pero no se descarta tampoco que pudieramos llevar a cabo una revisión de los aranceles que fijamos a Estados Unidos, tal y como hemos hecho ya". El problema de fondo es que el presidente de EEUU continúa dispuesto a instigar la guerra comercial a cualquier precio con aliados, como la UE, aunque ello dilapide su agenda económica y genere un cisma tanto con su partido como con los grandes empresarios de su país.
La PAC, en peligro
"Si se mantienen los aranceles a las exportaciones de la aceituna negra con el argumentario de que las ayudas de la PAC son anticompetitivas, se abre la puerta a que EEUU pueda cuestionar otros productos de otros países de la UE", explica Jochen Mueller, que expresa ya su temor por la próxima medida que podría tomar Trump, un arancel a los coches europeos, "lo que perjudicaría gravemente a Alemania, pero afectaría también a otros países, como España". Y es que tal y como denuncia el sector de la aceituna, lo que el Gobierno de Estados Unidos está cuestionando no es solo la aceituna, sino todas las ayudas europeas gestionadas a través de la Política Agraria Común.
De hecho, la industria aceitera californiana está presionando al Gobierno de Donald Trump para seguir el ejemplo que ha adoptado ya con la aceituna negra y fijar una tasa que frene también la importación del aceite de oliva español. Lo hace bajo la acusación de que nuestros productores han desatado una guerra de precios y está vendiendo por debajo de los productores locales, según denuncian, gracias también a las ayudas de la PAC. En este caso, sin embargo, el Gobierno americano aún no se ha pronunciado.