Empresas y finanzas
El cambio de Gobierno deja en el aire 43.700 millones de euros en obras
- El ministro de Fomento tiene el reto de revisar y ejecutar los planes del PP
África Semprún
José Luis Ábalos recibió la semana pasada la cartera de ministro de Fomento de las manos de Íñigo de la Serna. Una cartera llena de urgencias y de unos 43.700 millones de euros en compromisos de gasto e inversión a largo plazo con los que han discrepado en algunas ocasiones. El primer fuego que el nuevo ministro de Fomento tiene que apagar es el de las autopistas quebradas. El anterior Ejecutivo tenía una clara hoja de ruta: relicitar la gestión de las mismas antes de verano. Una estrategia con la que el PSOE se ha mostrado muy crítico llegando a solicitar al Gobierno de Mariano Rajoy que recuperara la gestión de las autopistas y de las radiales rescatadas. La postura defendida por el Ejecutivo en el Congreso no sólo choca con el PP en las carreteras. El partido de Pedro Sánchez también discrepa sobre el futuro de Aena y sobre cómo se han hecho algunas propuestas o se han repartido los fondos, como por ejemplo en el Plan de Accesibilidad Portuaria, un proyecto que contempla una inversión público-privada de 2.400 millones hasta 2021, del que han criticado la poca atención que se le ha prestado al puerto de Almería. | Más noticias en la revista digital gratuita elEconomista Transporte y Movilidad.
En esta línea, el PSOE tiene previsto revisar el plan estratégico del gestor aeroportuario aprobado en mayo. El plan, que de momento está en el aire, incluye el ambicioso proyecto de desarrollo inmobiliario de El Prat y Barajas anunciado por De la Serna, lo que implica que se dejan en el aire el futuro de unos 4.260 millones en inversiones a 24 años.
Aunque Ábalos ha defendido la "obra pública" como un elemento clave para "la cohesión social y territorial", lo cierto es que se van a revisar los proyectos que no se han puesto en marcha para asegurarse que son viables y responden a una necesidad social. Entre los planes anunciados por el anterior Gobierno se encuentra el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras de 5.000 millones. La idea del PP era licitar 2.000 millones este año y el resto en 2019. Los cambios en los pliegos han hecho que Ábalos llegue con los proyectos sin licitar por lo que estará en sus manos poner en marcha el plan con el que el partido se ha mostrado crítico. Así, el PSOE señaló que el PIC parecía "planificado por Seopan" porque beneficia a las grandes constructoras y criticó la falta de voluntad del Gobierno para pactar los proyectos.
Las dudas sobre el futuro de los planes de inversión se extienden a los proyectos ferroviarios que suponen el grueso del gasto previsto. No en vano, los Presupuestos de 2018, todavía sin aprobar, contemplan una inversión de 4.301 millones en ferrocarriles, el 48,3% del total. Estas cuentas iban a permitir dar el pistoletazo de salida a los planes para remodelar los Cercanías de Madrid, Barcelona, Valencia, Asturias y Santander, que suman un presupuesto de 11.532 millones, incluyendo la compra de 172 trenes para la flota madrileña.
Unos proyectos a siete años que ahora están en manos de los socialistas, que han reclamado "un plan de choque" para revertir la "situación de abandono" de Cercanías. Así, aunque coinciden con el PP en la necesidad de "dignificar" la red de Madrid han denunciado que el plan no incluye mejoras para Guadalajara y han reclamado el reinicio de las obras del tren Móstoles-Navalcarnero. La dotación de 2018 para todas las actuaciones es de apenas 576 millones.
Y es que, el grueso del presupuesto se lo ha llevado el AVE y el Corredor Mediterráneo, una infraestructura clave para los dos principales partidos políticos de España. En cuando a la extensión de la red de alta velocidad, en principio no tendría que haber muchos problemas ya que el propio PSOE ha reclamado la llegada del AVE a todas las esquinas del país. En el último año, De la Serna anunció una línea a Santander por 1.180 millones, la nueva infraestructura para que el AVE pueda circular a 300 km/h entre Valencia y Castellón por 1.170 millones y la llegada de la alta velocidad a Almería por 1.000 millones. Tenía previsto arrancar las obras entre 2019 y 2020, por lo que ahora todo el proceso está en manos de Ábalos. Así, el tiempo también juega en contra del nuevo equipo de Gobierno ya que, en principio, no contemplan terminar la legislatura y no tiene apoyos suficientes para realizar grandes cambios o para aprobar un presupuesto para 2019. Así, cualquier iniciativa prevista esta abocada a sufrir retrasos, como por ejemplo, el plan de compra de material rodante a diez años para renovar y ampliar la flota de Renfe. Según El Mundo, el consejo de Ministros tenía previsto aprobarlo en junio. Dicho plan, que el anterior Ejecutivo ha trasladado a Sánchez, contempla la compra de 439 trenes por 3.130 millones de euros, con una opción para adquirir 119 más por 1.228 millones. Desde el PSOE aseguran que la renovación tendrá que llevarse a cabo aunque critican la estrategia de aprobar proyectos a muchos años porque compromete el gasto de otras legislaturas.