Empresas y finanzas
El informe anticorrupción de 17 millones de euros que puede tumbar los cimientos del tenis mundial
- Un organismo asesor insta a la ITF a un cambio radical a todos los niveles
- Pretende la prohibición de las apuestas y luchar contra un sistema podrido
- Directivos, tenistas, entrenadores y árbitros, en el foco de la corrupción
elEconomista.es
En enero de 2016 un escándalo mundial reveló una estructura paralela que amañaba partidos de tenis por todo el globo terráqueo. Sacudió de arriba a abajo todos los estamentos de un deporte que, desde entonces, ha estado bajo sospecha. Por acción, inacción u omisión, tanto directivos como jugadores, entrenadores o árbitros se convirtieron en sospechosos de colaborar con una red de apostadores que utilizaba las grandes rendijas que el sistema le ofrecía y que, a día de hoy, siguen siendo bastante amplias.
Tal y como informa The Guardian, Independent Review of Integrity in Tennis (organismo que surgió en 2016 precisamente a raíz de este escándalo) está ultimando un informe cuyo coste podría ascender a los 17 millones de euros y que atacará frontalmente a todo un sistema en la sombra que, sirviéndose de las categorías inferiores, ha hecho del tenis un hogar habitual para los amaños y los comportamientos que esta actividad deriva y que cada vez mueve más dinero y trafica con un mayor volumen de influencias.
El informe, que aún no ha sido publicado, pero sí filtrado en parte por el diario británico, ha tenido en cuenta la opinión de hasta 3.200 encuestados y pondrá en una situación complicada a los dirigentes de la ITF (Federación Internacional de Tenis), ya que pondrá la pelota en su tejado y les instará a realizar una serie de medidas que acaben con el tenis como "un campo de cultivo fértil para la corrupción", lo que le genera un "grave problema de integridad". De hecho, el estudio reprocha a la federación internacional las investigaciones insuficientes en eventos ATP y en Grand Slams.
Independent Review of Integrity in Tennis establece como una prioridad prohibir las apuestas en las competiciones de menor entidad (Challenger y Futures) y poner término al sistema de puntuaciones en directo, que aporta datos de los partidos en tiempo real incluso en las categorías de menor nivel, lo que ha dado lugar a una proliferación de apuestas dentro y fuera de la ley. Esta producción de datos se comenzó a hacer en 2012 y ha sido la herramienta de buena parte de las mafias que han manipulado su utilización para obtener beneficios por apuestas.
Para ello, se involucró a determinados árbitros (los encargados de dar los datos a través de tablets oficiales), que retrasaron, en algunos casos, hasta un minuto la publicación de los resultados, lo que permitía a las redes de apostadores ganar dinero al saber lo ocurrido en los partidos antes de que se 'conociese'.
Sportradar, la proveedora de datos, rechaza que poner fin a estos procedimientos signifique un golpe definitivo a los apostadores. Todo lo contrario: "Las apuestas previas al partido seguirán disponibles y aumentará el riesgo de fraude de datos y partidos fantasma. Esto seguramente fomentará la actividad del mercado negro".
Sin embargo, no es la de los datos la única vía sobre la que actuar. Independent Review of Integrity in Tennis propone proteger a los tenistas, tanto física (sin defensas ante las mafias en eventos, por lo general, sin apenas público) como económicamente (solo los primeros 250 o 350 jugadores del ranking alcanzan a vivir del tenis sin ayuda, lo que deja al resto en una situación de desamparo frente a los apostantes). Profesionalizar a los tenistas de categorías de menor nivel, por lo tanto, parece una prioridad. Empezar a tratar el problema desde la raíz.
Además, aboga por una reeducación de todos los tenistas del circuito en los valores de la integridad y el juego limpio. Porque, considera el informe, el problema, al igual que salpica a la dirección de la ITF, también deja 'tocados' a los otros actores del tenis, los que forman parte de los partidos. Así, entrenadores, árbitros y, por supuesto, jugadores, tienen la responsabilidad de acabar con estos comportamientos.
Muchos de ellos se han declarado conocedores del amaño de partidos (el 14% de los encuestados lo reconoce) o de saber la identidad de compañeros tenistas que, alguna vez, han amañado un encuentro (el 16,4% de los jugadores sabe de algún caso), por lo que, a todas luces, el de las apuestas y los amaños es un problema que está ahí, que ya forma parte del tenis. Un cáncer que ha acabado en metástasis.
La solución, a partir de otoño. Será en ese momento cuando la ITF, con un informe sobre la mesa, se verá obligada a actuar. Para aquel entonces, podrá haber cambios que modifiquen cualitativamente el tenis que actualmente conocemos.