La banca diluirá en cinco años el impacto en el capital de la nueva contabilidad
- La NIIF 9 rebajará de media el CET1 en 45 puntos básicos, según el supervisor
Lourdes Miyar, Eva Díaz
El Banco de España da por buenos los cálculos de la EBA (Autoridad Bancaria Europea) sobre el impacto que tendrá la adaptación a las nuevas normas contables sobre provisiones, NIIF 9 o IFRS 9, que entrarán en vigor en enero de 2018. La institución calcula que la banca europea, de media, deberá subir sus provisiones un 13% y que el impacto en el capital (medido como CET1) será de unos 45 puntos básicos.
El supervisor español, en cálculos preliminares, considera que para el sector de nuestro país el coste de adaptación a los nuevos criterios, en términos de nuevas dotaciones y capital, serán similares, sin que prevea que se registre oscilaciones muy amplias entre entidades.
Ayer, el Banco de España aprobó la circular que adapta la contabilidad de las entidades españolas a las normas europeas. La principal novedad de las nuevas reglas contables es que los bancos deberán establecer sus provisiones según la pérdida esperada de sus activos y no según la pérdida incurrida como hasta ahora, lo que significa no solo mayor volumen de dotaciones sino también una mayor complejidad del sistema, que conlleva calibrar la probabilidad de incurrir en pérdidas y anticiparse a éstas.
El Banco de España esgrime dos argumentos para considerar que no se producirá una adaptación traumática en ninguna entidad. La primera es que al tratarse de un cambio en el criterio contable, en la transición las mayores provisiones se registrarán contra reservas, y no contra beneficios. La segunda razón, es que el impacto sobre capital se diluirá a lo largo de cinco años, según el plan en el que trabaja la UE sobre un periodo transitorio. Así, si bien al entrar en vigor las normas europeas, cada entidad debe realizar las provisiones extra de golpe, el impacto en CET1 se alargará durante cinco ejercicios, de tal modo que si las previsiones de las autoridades bancarias europeas y española se cumplen, el ratio de capital, de media, reflejará en 2018 un recorte de apenas una décima.
Eso sí, a partir del 1 de enero, las mayores necesidades de provisiones que implica el nuevo modelo contable deberán ser recogidas contra los resultados.
El mayor impacto se debe principalmente, según el Banco de España, al cambio introducido en el cálculo de provisiones para los activos normales en vigilancia especial (stage 2, según la denominación de la NIIF 9). Si hasta ahora se provisionaba teniendo en cuenta las pérdidas incurridas con una presunción de 12 meses, a partir de 2018 se deberá considerar la probabilidad de impago a lo largo de toda la vida de la operación.
Otra novedad que introduce la circular es que en el cálculo de las provisiones también se tendrá en cuenta previsiones macroeconómicas, como tipos de interés, precio de la vivienda, PIB o nivel de paro.
El Banco de España, dentro de los objetivos que persigue la nueva circular, establece la de facilitar a las entidades menos complejas la aplicación del nuevo modelo con el desarrollo de lo que llama soluciones alternativas, que incluye fijar porcentajes de cobertura para distintas carteras y porcentajes de descuento en las tasaciones de las garantías.
El supervisor no considera que aquellas entidades que tengan implantado un modelo interno en su control del riesgo tengan ventaja sobre las que siguen el modelo standard. La EBA, sin embargo, distinguía entre entidades. Para las mayores, con modelo interno, el impacto medio esperado es de 40 puntos básicos, para las más pequeñas, el ajuste es de 59 puntos básicos.