Perelada se queda Chivite, la bodega rescatada por la banca
- El nuevo grupo tendrá una facturación conjunta de 60 millones
Javier Romera
En 2015, los seis grandes bancos españoles que había en ese momento -Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Popular- firmaron un acuerdo para poner en marcha el proyecto Phoenix. Era algo así como el banco malo de las empresas, con el que se pretendía el rescate y la reestructuración financiera de compañías sobreendeudadas mediante una gestión externalizada.
Una de esas compañías fue Bodegas Chivite, que se convierte ahora en la primera en protagonizar una operación de venta. El grupo Perelada anunció ayer la compra de la firma vitivinícola navarra, integrada además de Chivite por Gran Feudo y Viña Salceda.
Bodegas Chivite consiguió en 2015 llegar a un acuerdo con los grandes bancos para poder reestructurar su deuda y así evitar el concurso de acreedores. Este contrato contemplaba una reestructuración de la deuda de la compañía -que en aquel momento ascendía a 47 millones- a la mitad; la venta de determinados activos (como las bodegas Arínzano); y un cambio en el accionariado. Así, la familia Chivite pasó a tener solo el 20% del capital, mientras que el 80% restante quedó en manos de las entidades financieras que formaban parte del proyecto Phoenix.
Estrategia de expansión
La transacción firmada ahora se enmarca en la estategia de expansión de Perelada por el territorio nacional, donde ha realizado dos adquisiciones más a lo largo de este ejercicio: el cava ecológico Privat y la bodega Oliver Conti, de la comarca catalan del Empordà. Así, la firma refuerza su presencia en Rioja y entra de pleno en Navarra, Ribera del Duero y Rueda. El nuevo grupo tendrá una facturación conjunta de 60 millones de euros y tendrá presencia en prácticamente un centenar de países de todo el mundo. Pero los planes de Perelada no acaban ahí, porque la empresa tiene además en marcha la construcción de una nueva bodega en el Empordà (Cataluña) con capacidad para 2,8 millones de kilos de uva.
El presidente del grupo Perelada, Javier Suqué, mostró ayer su satisfacción por la compra, asegurando que"la tradición de más de tres siglos de la familia Chivite elaborando vinos de calidad de marcada personalidad que le han valido gran prestigio internacional, encaja perfectamente con nuestra forma de ver el negocio vinícola".
"Llegamos con la voluntad de aprender e integrar los valores históricos de Chivite", asegura el máximo responsable del grupo.