Aviva prepara su salida definitiva de España con la venta de Pelayo Vida
- Santalucía se postula como favorito para comprar el 50% de esta compañía
Fernando Tadeo
Aviva tiene pie y medio fuera de España. Tras desprenderse del negocio de bancaseguros de Unicaja la compañía se ha puesto a trabajar en la desinversión del 50% de Pelayo Vida que aún ostenta. Aunque las conversaciones aún son iniciales, según sostienen distintas fuentes del sector, Santalucía se postula como favorito para adquirir este activo.
El grupo británico, presente en nuestro país desde principios de los años noventa, ha tomado la decisión de centrarse en otros mercados después de que las alianzas con las antiguas cajas de ahorros no hayan dado sus frutos y haya tenido que deshacer algunas de ellas como consecuencia de la reestructuración financiera. La más importante fue la de Bancaja, por la que percibió 608 millones en concepto de indemnización una vez la entidad se integró en Bankia.
La semana pasada culminó la venta del negocio de vida, incluida la actividad que compartía con Unicaja, por 475 millones, que ha sido adquirida, precisamente, por Santalucía, una de las compañías que ha programado un plan estratégico para incrementar sustancialmente su tamaño.
Alianza de BMN, a final de año
A Aviva tan solo le queda el 50% de Pelayo Vida, una sociedad que encaja a Santalucía, ya que pretende que la mitad de ingresos provengan de este ramo en 2020. Con Unicaja el porcentaje alcanza el 43%, y la filial que comparte con BMN, cuyo destino, según fuentes del sector, pasa por Mapfre cuando se complete la integración del grupo levantino en Bankia a finales de año. Por el momento, Santalucía ha comenzado a dar determinados servicios a Pelayo Vida de manera provisional, hasta que la reordenación sea completa. Distintas fuentes sostienen que las compañías implicadas han comenzado las conversaciones para determinar el futuro de esta sociedad que no descartan que Pelayo ejercite su opción de tanteo o compra sobre la participación que tiene Aviva si las condiciones del acuerdo con un tercero no le satisfacen.
El grupo británico entró en el capital de la filial de Pelayo Vida en 2011, cuando adquirió las acciones que ostentaba la firma francesa La Mondiale, que por entonces decidió abandonar España.
Esta franquicia cuenta con una actividad que no es muy relevante para el conjunto del sector, pero que serviría a Santalucía a alcanzar antes de tiempo los objetivos fijados en su plan de expansión. Cuenta con provisiones de 100 millones. Fuentes oficiales de las compañías implicadas descartaron hacer ningún tipo de comentario sobre estos movimientos.