Empresas y finanzas
La Sindicatura del Popular se liquida tras la caída del banco
- Sigue los pasos de uno de sus miembros destacados, la UEI
Fernando Tadeo
La Sindicatura de Accionistas del Popular, que agrupaba a los inversores ligados al Opus Dei, ha puesta en marcha su disolución voluntaria tras la quiebra del banco. Esta sociedad, que controlaba el 9,5% de la entidad, registró en el Boletín Oficial del Estado el pasado 22 de agosto su liquidación. Más de 3.000 accionistas de Popular solicitarán la documentación confidencial de la resolución por vía penal.
Este movimiento es similar al realizado a principios del verano por uno de sus principales miembros, la Unión Europea de Inversiones (UEI). Esta firma tenía un 3% del Popular antes del rescate interno y venta posterior al Santander.
La Sindicatura era el mayor accionista del banco y controlaba su gestión. Entre sus hombres fuertes estaba Francisco Aparicio Valls, que era secretario del consejo de la entidad pocas semanas antes de la caída. En los últimos años defendía a capa y espada los intereses de este núcleo duro y había asumido importantes responsabilidades durante el mandato de Ángel Ron.
La firma ha perdido toda la inversión depositada en el banco. Sólo la UEI, que tenía algo menos de un tercio de las acciones, ha reconocido unas minusvalías superiores a los 500 millones.
No todos sus miembros pretenden seguir ahora la misma estrategia. Una parte de ellos ha interpuesto una demanda en el Tribunal Europeo para intentar anular la operación de rescate. Posteriormente analizará la posibilidad de reclamar algún tipo de compensación por las pérdidas sufridas.