Ilunion: "Hemos entrado en Colombia para llevar el modelo de integración laboral"
Javier Romera
Economista, nacido en San Sebastián en 1972, el consejero delegado de Ilunion, Alejandro Oñoro, cuenta con una dilatada trayectoria en la gestión empresarial, siendo el responsable de la expansión de las compañías con mayor facturación y proyección de Ilunion, algunas de ellas líderes de su sector. Desde 1997 ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en los dos grupos empresariales que dieron además lugar a la compañía. Así, ha sido consejero delegado-director general de Ceosa (2014) y director general del Grupo Fundosa (2009).
¿Cómo nace Ilunion?
Las más de 30 marcas que teníamos se unificaron en 2014. Pero fue a partir del 31 de diciembre de 2015 cuando se produce la fusión de Ceosa, la Corporación Empresarial de la Once y el Grupo Fundosa. Hace más de 30 años la Once puso en marcha un grupo empresarial, Ceosa, para generar empleo para las personas ciegas y como vía para lograr ingresos complementarios al cupón. Posteriormente, en 1989 se creó Fundosa con el objetivo de dar trabajo a otros discapacitados. Decidimos fusionarlas porque son complementarias y tienen el mismo objetivo: crear empleo y ser rentables.
Y están generando un gran número de puestos de trabajo...
En 2015 creamos 1.100 y el año pasado logramos algo que parecía imposible, con otros 1.500. Serán más de 4.000 empleos entre 2015 y 2017. Nuestro objetivo sigue siendo crear empleo para los que más lo necesitan, con mayores grados de discapacidad. Son personas totalmente motivadas y con un altísimo grado de compromiso y queremos estar ahí. Tenemos ya hoteles con el cien por cien de personas de discapacidad. Pero es que, además, en nuestras oficinas hay 1.000 personas y 600 tienen discapacidad. Nuestro éxito radica en adaptar el puesto de trabajo a la persona para que tenga la misma productividad que cualquiera. Queremos ser el mejor lugar para trabajar.
¿Y han logrado también que la empresa sea rentable?
Sí, durante la crisis lo pasamos mal en algunos sectores, especialmente con los hoteles, pero estamos creciendo ahora con fuerza. Los ingresos en el último año se han elevado un 6%, hasta 796 millones y hemos pasado de perder 1 millón antes de impuestos a ganar en el último año 7,9 millones. La máquina de Ilunion empieza a funcionar tanto económica como socialmente. La valoración de este primer año es muy positiva.
¿Cuáles son los objetivos de crecimiento para los próximos años?
Tenemos objetivos muy ambiciosos a largo plazo. De momento, hasta 2020, cuando acaba el plan estratégico a cuatro años, creemos que podemos alcanzar los 1.000 millones en ingresos y seguiremos creando empleo, posiblemente a un ritmo de unos mil al año.
Pero han abandonado alguna actividad, como la inmobiliaria...
Estamos haciendo una salida ordenada. Vendimos inmuebles y lo único que nos queda ya es suelo, que está contabilizado a valor de mercado en unos 130 millones. No tiene deuda y es como una hucha.
¿En qué negocios están?
Contamos con cinco divisiones, que desarrollan más de 50 líneas de negocio, desde business & facility (limpieza, seguridad, lavandería), a sociosanitaria, comercialización, turismo y consultoría. Tenemos, por ejemplo, la mayor red de lanvaderías industriales de España, con 41 plantas por todo el país, trabajando para hoteles y hospitales. Emplea a 5.000 pesonas y el 81% tiene alguna discapacidad. Contamos también con ocho residencias de mayores y diez centros de día o una red con 26 hoteles urbanos y vacacionales, los antiguos Confortel.
¿Y tienen planes de crecimiento?
Sí, queremos seguir creciendo y buscando oportunidades en todo aquello que sea compatible con nuestro negocio. La limpieza es un sector, por ejemplo, que nos permite crear mucho empleo. Queremos alcanzar las 50 plantas lavanderías industriales en un plazo de tres años. Con los hoteles, no obstante, seremos prudentes, sobre todo porque con la crisis el sector lo pasó muy mal y ahora, apenas tres años después, se están pidiendo otra vez precios previos a que se iniciarán los problemas económicos. Aún así, en dos años hemos incorporado ocho establecimientos. El crecimiento este verano va a ser brutal.
¿Y están pensando extender también el modelo de negocio a otros países?
No es lo que estemos pensando, es que lo estamos haciendo. Vamos a crecer fuera de España para que replicar nuestro modelo de integración laboral, que entendemos que es muy válido y para que cuando venga otra crisis, un porcentaje de nuestras ventas provenga de fuera y podamos tener una situación más equilibrada. De momento, hemos entrado en Colombia con lavanderías industriales. En enero abriremos la primera planta y en junio la segunda, en Bogotá y Medellín. Tenemos el apoyo total del Gobierno y no descartamos otros sectores, como teleasistencia, servicios, hoteles o tecnología. Pero iremos poco a poco, de forma prudente. En Colombia tenemos ya una estructura propia y hemos nombrado a un director general.
¿Estudian otros países latinoamericanos o de Europa? ¿Buscan alianzas para hacerlo posible?
Buscamos tener una presencia rentable y hay países que pueden ser muy interesantes en Latinoamérica, como Perú o Chile. En Europa podemos hacer algún trabajo puntual, pero no buscamos una presencia activa. Y efectivamente, buscaremos alianzas. Es lo que hemos hecho en Colombia, creando una sociedad con un socio local que tiene el 20%.