Empresas y finanzas

Daniel Carreño: "Forestalia no ha contratado los servicios de GE por precio, no somos los más baratos"

    Daniel Carreño, presidente y consejero delegado de GE para España y Portugal.

    Tomás Díaz

    Daniel Carreño, presidente y consejero delegado de GE para España y Portugal, quiere desmentir los rumores que corren sobre su alianza con Forestalia para acometer la construcción de los 1.500 MW eólicos que la firma aragonesa ha ganado en las dos subastas de energía verde celebradas hasta la fecha: "Forestalia no ha contratado a GE por precio; no somos los más baratos del mercado y no hemos hecho una oferta de derribo; el precio de los aerogeneradores, dentro del paquete de servicios que ofrecemos, no es diferencial".

    En un salón de sus oficinas madrileñas, Carreño explica con efusividad y entusiasmo que GE decidió hace cuatro años incrementar su presencia en el mercado renovable europeo, diseñando una plataforma específica para los vientos del Viejo Continente -un aerogenerador de 3 MW adaptable al entorno que instalará en los futuros parques de Forestalia- y que ha potenciado recientemente su apuesta con la compra de Alstom -le costó 12.350 millones de euros- y de LM -otros 1.500 millones-, ambas con instalaciones en España: un centro de ingeniería en Barcelona con más de 400 ingenieros, dos fábricas de palas, en Castellón y León, y un centro de servicios en Galicia. "En total -cuantifica- tenemos más de 2.000 personas trabajando en renovables en España".

    Una vez aclarado que el acuerdo con Forestalia forma parte de una estrategia más amplia para afianzar su presencia en el mercado renovable europeo, esquiva las preguntas sobre su impacto concreto en el empleo y en el negocio de la multinacional norteamericana en España: "es pronto -se excusa- aunque procuramos estar sobre el rango del 10% en la rentabilidad de todos nuestros proyectos".

    Alcance del acuerdo

    Interrogado entonces por el alcance del acuerdo, responde con claridad: "aún no se ha sustanciado nuestra colaboración; no hay nada cerrado, aunque esperamos cerrarlo pronto; dependerá del modo en que avance Forestalia en el desarrollo de sus proyectos".

    Inquirido nuevamente sobre el tema, aclara que GE será mucho más que un mero proveedor -"somos socios tecnológicos", puntualiza- porque se encargará de actualizar la ingeniería de los proyectos -algunos tienen ya unos años y hay mejor tecnología que cuando se diseñaron-, suministrará los equipos, ejecutará las obras y se encargará de su operación y mantenimiento.

    Aunque la antigua General Electric también ofrece financiación, "eso es algo que estamos explorando, porque no solo podríamos darla, también tenemos un conocimiento amplio del mercado financiero, y hay fuentes alternativas, como la emisión de deuda o los bonos". Del mismo modo, también explora la posibilidad de que se contraten otros servicios con gran valor añadido relacionados con el entorno digital aplicado a la industria, en el que su compañía -insiste- no tiene rival en todo el mundo.

    Comentando que es un reto construir 1.500 MW eólicos en tres años y que la rentabilidad de los parques estará extraordinariamente ajustada -solo cobrarán el precio del mercado mayorista de la electricidad-, defiende el planteamiento de la empresa presidida por Ernesto Samper: "tienen la menta abierta; ya se anticiparon en la primera subasta y han marcado el rumbo que, a pesar de haberles criticado, están siguiendo los demás; son sólidos; no estamos preocupados".

    Ya en los postres del encuentro con elEconomista, el primer espada de GE en la Península Ibérica confiesa que nunca ha recibido tantas llamadas como en las últimas semanas: "estamos supercontentos -sonríe-, pero no podemos ofrecer a todos los que buscan nuestros productos y servicios el mismo trato; si tienes un restaurante, no es lo mismo atender a cuatro comensales que a 40".

    Y se despide apuntando que valora el pacto con Forestalia como un éxito personal: "yo vendo GE en España y a España dentro de GE".