Siete riesgos del 'project finance' en eficiencia energética

Es difícil que una empresa de servicios energéticos convenza a la banca de que invierta en eficiencia. La modalidad del project finance -obtener financiación para un proyecto y devolverla con los ingresos generados por el propio proyecto-, muy empleada en el ámbito energético, debe sortear siete riesgos o barreras para que pueda aplicarse en conseguir ahorros.

Los cuatro primeros son consustanciales a cualquier proyecto de energía: el cliente, que debe ser solvente; el diseño de las instalaciones, que tiene que ser viable; su construcción, en la que pueden surgir imprevistos; y el rendimiento de los propios equipos, muy influido por su operación y mantenimiento.

El quinto es el precio de la energía, en función del que se obtiene el ahorro que permitirá devolver el crédito. Contratos de largo plazo y marcos regulatorios claros permiten superarlo.

El sexto es la demanda de energía del cliente, puesto que una variación relevante afecta al ritmo del ahorro y a la capacidad de devolver el crédito. Preverlo en el contrato de servicios energéticos evita sustos posteriores.

El séptimo, finalmente, es la madre del cordero: el tamaño. La eficiencia energética es muy beneficiosa -ya es un típico tópico eso de "no hay mejor energía que la que no se consume"- pero no es nada sexi; sus proyectos son pequeños y sus rentabilidades poco vistosas. Y eso es un obstáculo mayúsculo para conseguir un project finance, porque no despierta la atención de los que viven del tipo de interés.

La solución, como defiende Rodrigo Morell, presidente de la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3E), es la agregación de proyectos, de modo que el volumen de capital resultante sí sea interesante para las entidades financiadoras.

Esa opción es muy difícil de concretar, pero sin duda ayudará que Bruselas haya declarado la eficiencia energética como un objetivo prioritario de los fondos comunitarios. Con ellos, la banca pública se va a embarcar en aportar garantías para animar a las entidades privadas a implicarse más en la financiación de este tipo de proyectos.