Empresas y finanzas

Abertis invertirá 3.400 millones con la mira puesta en las obras de Trump

  • Cambia la política de retribución y abandona la ampliación liberada
  • Aumenta un 10% el dividendo y reparte hasta 660 millones
Salvador Alemany, presidente de Abertis durante la rueda de prensa previa | Luis Moreno

Iván Gutiérrez (Barcelona), Javier Mesones

Abertis analiza potenciales amenazas como oportunidades. Y ni Trump, Le Pen o el Brexit son obstáculos en el horizonte de crecimiento a doble dígito de la empresa que preside Salvador Alemany.

La compañía de infraestructuras ha celebrado hoy su junta de accionistas donde ha hecho balance del último ejercicio. Un año en el que cerró operaciones por 2.632 millones de euros, que invirtió en la toma de control de la Autopista Central de Chile y la A4 Holding de Italia o en completar la compra de su filial brasileña Arteris y prolongar su presencia en Puerto Rico, entre otros. Sin embargo, en 2017 esta inversión crecerá un 30% y llegará "como mínimo" a los 3.400 millones de euros, según afirmó Alemany en el encuentro previo con los medios de comunicación.

Pero aunque Alemany indicó que sus planes son reforzar Francia, su primer mercado, no obvia su interés en los avances en el plan de infraestructuras que prepara el presidente de EE.UU, Donald Trump. Precisamente, la pasada semana la secretaria de Transporte, Elaine Chao, confirmó que el plan verá luz este año por valor de un billón de dólares en una década y que se centrará en infraestructura de transporte, además de proyectos de energía y agua. Es por ello que Alemany sí fue claro al dirigirse a los accionistas, "seguimos con atención la concreción del plan" y prosiguió que Abertis "aspira a ser socio de las administraciones a fin de encontrar las mejores soluciones".

El interés de Abertis por Estados Unidos viene de lejos, aunque hasta la fecha todos sus intentos han resultado fallidos. En 2015, el fondo australiano IFM se impuso a la concesionaria catalana en la puja por la Indiana Toll Road (ITR), valorada en 5.725 millones de dólares (5.375 millones de euros), y a finales de aquel año tres fondos de pensiones canadienses (OMERS, OTPP y CPPIB) se hicieron con la Chicago Skyway por 2.836 millones de dólares (2.663 millones de euros). En la última presentación de resultados, Reynés enfrió la entrada próxima en el país norteamericano porque aún no hay procesos abiertos. No obstante, aseguró entonces que serían "perseverantes" en este objetivo y ,"si no es 2017, será en 2018 o 2019", afirmó.

Nuevo modelo de peajes

Abertis tampoco teme la posible llegada de Marine Le Pen a la presidencia de Francia, como demuestra la compra de Sanef en el país galo, ni al Brexit, donde presentó una oferta para gestionar la M6 Toll Road, que finalmente perdió. Todo, a pesar de que Le Pen cuestionó este modelo, pero Alemany le restó importancia y comparó esas declaraciones con las de la socialista Sègolene Royal, que después dio un giro a su discurso.

Lo que sí parece levantar suspicacias es el titubeo en España sobre la política de autopistas. "España es una isla", dijo Alemany en referencia al poco volumen de autopistas de pago en comparación a Francia o Italia, que superan el 80%. El responsable de la firma pidió debatir y replantear este modelo para hacerlo "sostenible" mediante el pago por uso de la vía y así poder financiar "las autopistas del futuro". Aunque reconoció que estas medidas son percibidas de forma negativa por la ciudadanía, por lo que es un melón difícil de abrir.

Inmerso en su litigio con Fomento por la compensación económica tras la caída del tráfico en la AP-7, Alemany cree que es "complicado" llegar a un pacto que acabe en una prolongación automática de la vía, cuya concesión vence entre 2019 y 2021. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya ha dado la razón a la compañía, y aunque el fallo es recurrible, el Gobierno tendría que pagar 1.495 millones de euros.

Adiós a la ampliación liberada

Al margen de las infraestructuras, la compañía ha cambiado su política de retribución al accionista y dice adiós a su tradicional ampliación liberada. Antes los accionistas podían acogerse a este método, que les retribuía con una acción nueva por cada veinte antiguas. Ahora, este modelo desaparece por el cambio en la normativa fiscal, que elimina las ventajas de las que gozaba esta operación.

Para cerrar el ejercicio 2016, además del dividendo a cuenta de 0,36 euros que se distribuyó en noviembre, los accionistas tendrán dos opciones. O cobrar 0,37 euros por acción en efectivo con cargo a reservas voluntarias, aprobado hoy; o recibir más acciones de Abertis procedentes de su autocartera (que es del 8,25%, y que no perciben dividendo).

En este segundo caso, recibirían el dividendo que les corresponde en títulos con un descuento del 3% sobre el precio de mercado que cerró el viernes (lo que quedaría en unos 14,5 euros). Además, para neutralizar fiscalmente el cambio de tributación, se entregará una pequeña parte en efectivo más la fracción de dividendo que no llegue al precio de una acción entera. En cualquier caso, se destinarán 660 millones a retribuir al accionista, con un aumento anual del 10% (5% del dividendo de noviembre, y otro 5% adicional del que se efectuará el 24 de abril), tal y como marcaba el plan 2015-2017.

La deuda neta cerró en 14.377 millones, "un endeudamiento más que soportable, si se tiene en cuenta el volumen de caja que se ha generado". El consejero delegado de la compañía, Francisco Reynés, recordó que durante el 2016 los ingresos han crecido un 13% (4.936 millones) con un beneficio bruto de 3.240 millones, un 20% más que en 2015. El beneficio neto acabó en los 796 millones, un 58% menos debido a la ausencia de extraordinarios como la salida a bolsa de Cellnex.