Madrid quiere cambiar el contrato de limpieza por causas no previstas en él
- Busca el equilibrio reclasificando calles principales y secundarias
- El Ayuntamiento ha presupuestado 18 millones más para 2017
- El importe del contrato es de 1.728 millones entre 2013 y 2021
Tomás Díaz
El Ayuntamiento de Madrid, regido por Manuela Carmena, quiere modificar las condiciones económicas de su macrocontrato de limpieza viaria -adjudicado en 2013 por 1.728 millones de euros durante ocho años- y se basa en elementos no contemplados en el pliego de condiciones, como cambiar la consideración de calles principales y secundarias, con regímenes de limpieza diferentes. De momento, ha presupuestado 18 millones más para este 2017.
El pasado enero se conocieron las conclusiones de la llamada Mesa de la Limpieza, un foro de encuentro de todos los agentes sociales implicados en el aseo de las calles de la ciudad. Los participantes calificaron la situación de "mala" e identificaron dos causas: escasez de medios -fundamentalmente humanos, por una insuficiente dotación económica- y falta de civismo.
La Mesa propuso varias soluciones, como contratar más inspectores -ahora hay un centenar-, hacer campañas publicitarias que mejoren el comportamiento de los madrileños y, en la medida de lo posible, incrementar la dotación económica del contrato de limpieza. Ahora bien, esto último resulta más fácil decirlo que hacerlo, razón por la que el Ayuntamiento también considera seriamente su rescisión.
Un contrato draconiano
El draconiano contrato de limpieza firmado por la anterior alcaldesa, Ana Botella, únicamente contempla dos posibilidades para que se modifique la retribución de las empresas adjudicatarias: que la ciudad crezca por nuevos desarrollos urbanísticos o que sobrevenga una plaga o una enfermedad extraordinaria; y en ambos casos los incrementos retributivos están acotados al 1 o al 2% del presupuesto de adjudicación.
Sin embargo, la Mesa propone varias medidas que nada tienen que ver con esas dos variables y los presupuestos municipales del presente ejercicio ya incluyen, a petición del PSOE, una partida de 18 millones para mejorar la limpieza.
Algunas actuaciones ya se han ejecutado o se tramitan, como redistribuir la superficie a baldear durante el año o modificar los indicadores de calidad -que tienen impacto económico- para suavizar las exigencias y que los datos reflejen una situación de mayor limpieza.
Otras actuaciones se planean a corto plazo y con carácter inmediato, entre las que se encuentra la principal: modificar la categoría de los viales principales y secundarios en lo que a su limpieza se refiere; en los principales la limpieza y el repaso tienen que ser diarios, mientras que en los secundarios se exige, ambiguamente, que sean suficientes para garantizar las condiciones adecuadas de salubridad.
Este punto resulta clave, puesto que a tres años vista de la firma del contrato difícilmente se puede justificar un cambio de clasificación de las calles. Aún así, la Mesa considera que, si hay un cambio de categoría, ello podría dar lugar a un reequilibrio del contrato, aparejado a un compromiso de incremento y mantenimiento de los recursos contemplados en él.
Fuentes del Ayuntamiento confirman que trabajan en ese cambio de clasificación de las calles y que faciltarán los resultados pronto.
1.728 millones de euros
La anterior alcaldesa, Ana Botella, adjudicó la limpieza de limpieza de la capital por ocho años, entre 2013 y 2021, por 1.728 millones de euros. El contrato, dividido en seis lotes, tuvo un presupuesto de licitación de 2.059 millones, un 10% más bajo que con la situación anterior, que consideraba 39 lotes. Lo ganaron Ferrovial (un lote), Sacyr (dos lotes), una UTE del Grupo OHL y Ascan (un lote) y el Grupo FCC (dos lotes).