El Europarlamento aconseja al BCE que experimente con un 'euro virtual'
- Pide a la UE que la ciberseguridad sea prioritaria en las 'fintech'
Eva Contreras
La revolución tecnológica es un fenómeno global que, si bien afecta a cualquier industria, amenaza con revolucionar al sector financiero: abre en canal su negocio a la irrupción de nuevos jugadores, al diseño de productos y servicios insospechados y modos nuevos de cautivar al cliente. Pero también desafía reglas, supervisión y controles.
La Comisión Europea acaba de abrir una consulta pública para abordarla y, de partida, tiene sobre la mesa una iniciativa del Europarlamento donde le reclama fijar un plan de acción cuya prioridad sea la ciberseguridad y en la que incluye propuestas como instar al Banco Central Europeo (BCE) a experimentar con un "euro virtual".
"Los ataques cibernéticos a las instituciones financieras son cada vez más intensos y será fundamental garantizar que no solo los riesgos de estos ataques están controlados desde el punto de vista técnico, sino que además se trabaja en una mayor sensibilización de los ciudadanos europeos para los peligros existentes", explica el eurodiputado socialista, Jonás Fernández.
En el texto de la iniciativa elaborada por el Parlamento -carece de poder legislativo- y que votará en su comité de Economía en abril, explica que este sector sufre el triple de ataques que cualquier otro. Y una de las amenazas por la que muestra preocupación es el bitcoin que, al impedir la trazabilidad del recorrido del dinero, resulta un paraíso para la financiación delictiva, la elusión fiscal o el blanqueo.
Este riesgo, analizado ya por Bruselas y sobre el que el BCE le urgió elaborar reglas, ha empujado a algunos bancos centrales a lanzar su propia moneda virtual para experimentar con ellas; camino que aconseja emular al supervisor europeo.
Otros elementos claves, refiere Jonás, es que "al crear un sistema europeo, la competitividad y la estabilidad financiera, así como la protección de los consumidores y de los inversores tienen que ser elementos esenciales". A la hora de fijar reglas, su apuesta es que la normativa y supervisión "presente el mismo nivel de requisitos que se requiere para las instituciones tradicionales, teniendo en cuenta la proporcionalidad y la importancia relativa de cada institución o proveedor de servicios y de cada actividad financiera".
Google, Amazon, Apple...
La exigencia de la banca es crear un campo de juego igualado en requisitos de gestión de riesgos, solvencia o gobierno corporativo. Y es que algunos nichos de su actividad, como es el mundo de los pagos, o incluso la financiación, se han convertido en polo de atracción de jugadores externos cuyos máximos exponentes son Google, Amazon ó Apple pero el ecosistema es tan amplio como diverso. El riesgo de establecer normas iguales como pide la banca es, defienden las propias fintech, asfixiar o, incluso, desincentivar la innovación y competencia, a lo que parece que el Ejecutivo Comunitario resulta sensible.
El informe del Europarlamento invita a Bruselas a mirar la tecnología financiera en toda su extensión, afecte al negocio bancario (fintech), al asegurador, asesoramiento financiero, sus infraestructuras o el cumplimiento normativo. El documento pide favorecer su desarrollo porque debería contribuir a avanzar en el mercado único financiero, hacerlo más competitivo y eficiente e incluso ayudar a la inclusión financiera o al acceso de pymes a capital o créditos, con las garantías y protección máxima para usuarios y seguridad financiera.
Entre los factores específicos a abordar subraya también el tratamiento de los datos, por protección y porque una utilización errónea puede provocar riesgos.