Empresas y finanzas

El grupo Almirall entra en el mercado del bótox: un sector de 2.400 millones

  • La compañía paga 7,5 millones por una licencia en exclusiva de ácido hialurónico

Alberto Vigario

La farmacéutica catalana Almirall, que en los últimos años se ha convertido en una compañía enfocada en la dermatología, ha dado un paso más para ganar también peso en la medicina estética. Ayer, el laboratorio de los hermanos Gallardo anunció un acuerdo con la compañía francesa Symatese, especializada en este sector. El contrato concede a Almirall una licencia exclusiva para la comercialización en todo el mundo de una nueva gama de rellenos faciales con ácido hialurónico, a cambio de un pago inicial de 7,5 millones de euros y los posteriores pagos asociados a hitos relevantes, royalties y otros aspectos relacionadas con ventas. "En línea con la estrategia de Almirall de seguir construyendo su presencia en el campo de la estética, este acuerdo representa no sólo una atractiva oportunidad de entrar en el mercado de los rellenos faciales inyectables con una tecnología diferenciada; sino que además establece una colaboración a largo plazo con un desarrollador líder de dispositivos médicos para aplicaciones estéticas", informó ayer la compañía catalana.

"Tras la adquisición de ThermiGen, líder en el mercado de dispositivos de energía de radiofrecuencia, con esta colaboración Almirall continúa avanzando en línea con su dirección estratégica orientada a la Dermatología y a la medicina estética", afirmó ayer el consejero delegado de Almirall, Eduardo Sanchiz.

Ventas en 2022

El mercado del relleno dérmico ha mostrado un crecimiento significativo en la última década y se prevé que alcance los 2.400 millones en 2022 en todo el mundo. Los rellenos de ácido hialurónico representan aproximadamente el 90 por ciento de este mercado. A diferencia del bótox, la toxina botulínica de la compañía Allergan, el relleno a base de acido hialurónico actúa como una almohadilla hinchada que da soporte a las estructuras faciales.