Empresas y finanzas

La última apuesta de Inditex: vender ropa reciclada

  • Este año se instalarán contenedores en países como EEUU o Alemania
<i>Foto: Archivo</i>

Javier Romera

Entre el 5% y el 10% de la ropa que vende ya Inditex en sus tiendas procede de prendas recicladas o de materias primas sostenibles, como el algodón orgánico o el tencel, una fibra creada por la empresa austriaca Lenzing a partir de madera de bosques donde los árboles se cultivan de forma controlada y con programas que garantizan su reforestación.

Según explica Jesús Echeverría, director de Comunicación del gigante gallego, "para alargar la vida útil de las prendas de forma fácil, estamos poniendo a disposición de nuestros clientes contenedores para la recogida de prendas en nuestras tiendas, pudiéndose solicitar incluso la recogida gratuita al finalizar un pedido online de Zara".

Actualmente, el programa de recogida de ropa usada incluye contenedores en todas las tiendas de Zara en España, Portugal, Reino Unido y en una selección de establecimientos de China, Irlanda, Holanda, Suecia y Dinamarca. A lo largo de este año se instalarán también estos contenedores en el resto de cadenas y en otros países, como Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Rusia o Japón.

Todas las prendas recogidas se entregan como donación a organizaciones sin ánimo de lucro, como Cáritas, Cruz Roja, Oxfam o CEFP.

En el caso de España, se trasladan junto con el residuo de corte de las fábricas a las instalaciones de Koopera, una firma impulsada por Cáritas, que cuenta con dos plantas de separación y clasificación de prendas en Valencia y Bilbao, y en las que Inditex ha invertido 3,5 millones de euros. En ellas se genera nueva materia prima textil y se fabrican nuevas prendas que se venden de nuevo en las tiendas del grupo con la etiqueta de Join Life.

Esta enseña identifica, según explica el grupo, prendas más sostenibles, "que permiten proteger y conservar la biodiversidad, como el algodón orgánico, el Tencel, y el algodón y la fibra reciclados, que logran reducir los impactos ambientales asociados al cultivo y producción de fibra convencionales".

La empresa que preside Pablo Isla mantiene, además, que para asegurar que sus prendas dejan la mínima huella de carbono posible, al margen de cuidar el producto y la fabricación sostenible, "seguimos mejorando la eficiencia energética y reducción de emisiones de nuestros centros logísticas, oficinas corporativas y tiendas". El objetivo final del grupo es que en el año 2020 el cien por cien de sus tiendas sean ecoeficientes y se consiga, en este sentido, reducir en un 55% las emisiones.