Empresas y finanzas
Candor radical, el nuevo lenguaje empresarial que triunfa en Silicon Valley
elEconomista.es
En Silicon Valley no se habla de otra cosa. Los altos directivos de grandes compañías estudian y practican cómo aplicar el candor radical en su relación verbal con sus empleados. Pero ¿qué es el candor radical?
El concepto fue acuñado por Kim Scott, empresaria y extrabajadora de Google, que actualmente se dedica a dar conferencias y ejercer de 'coach' para directivos difundiendo su método, recogido en un libro (Candor radical: cómo ser un gran jefe sin perder tu humanidad), publica la revista Papel.
En realidad, esta forma de comunicación se basa en decir las cosas claras, sin rodeos, por muy mal que le suenen al interlocutor. "Este informe que has escrito es muy malo, suena ridículo cuando haces esto, no me gusta el modo en que has enfocado la reunión...", son sentencias que pueden doler a quien las escucha, y que son maquilladas con frecuencia de un modo que Scott considera abusivo en los ambientes empresariales.
El método del candor radical permite expresar sinceramente lo que uno piensa, pero sin que el empleado lo perciba como un ataque personal. Es decir, ser sincero sin perder la humanidad y mostrando auténtica preocupación personal por el subalterno. Scott establece un espacio de equilibrio entre la empatía y la sinceridad para generar una comunicación que dé lugar al candor radical.
Esta empresaria explica en sus conferencias que aprendió este modo de comunicar en Google, donde tenía una jefa que fue capaz de decirle que, en sus alocuciones, abusaba de las interjecciones. Gracias a ella, pudo corregir un defecto de expresión que le restaba credibilidad en las reuniones, y no se lo tomó como un ataque personal. ¿Cómo es posible hacerlo? Para Scott, lo fundamental es crear una base de "interés personal por el empleado". "Ella me había demostrado en numerosas ocasiones que se preocupaba por mí, cuando llegué a California sin amigos ni familia, o cuando un familiar cayó gravemente enfermo, ella se preocupó de un modo personal", explica la 'gurú' de los directivos de Silicon Valley. Con esta base, Scott pudo entender que su jefa insistió en ese problema por su bien y también por el de mejorar el trabajo en equipo.
Conseguir este equilibrio es complicado, porque la sinceridad extrema con empatía nula deriva en un lenguaje agresivo y destructivo; al igual que una máxima empatía sin claridad en los mensajes conduce a que los errores de los empleados se perpetúen en el tiempo, con el consiguiente perjuicio para la actividad laboral.
"El candor radical implica una especie de obligación moral con el otro, al apuntar algo que el empleado puede mejorar aunque le moleste oírlo. Es un lenguaje humilde, sencillo, directo y no personaliza, lo que supone una gran diferencia", concluye Scott.