Empresas y finanzas
La paradoja del proteccionismo 'yankee': Trump perjudica a sus propias automovilísticas
Laura de la Quintana
A once días de que el republicano Donald Trump sea nombrado oficialmente nuevo presidente de los Estados Unidos, sus palabras en Twitter son tomadas por los inversores como las líneas maestras que seguirá su política al frente de la Casa Blanca los próximos cuatro años. Ya sentenció a los fabricantes aéreos Boeing y Lockheed Martin por unos aparatos, en su opinión, demasiado costosos, y ahora es el turno del sector de automoción.
Las fábricas de coches son prácticamente uno de los mayores emblemas estadounidenses, como es el caso de la factoría de General Motors en Detroit que sufrió el brutal envite de la crisis financiera en 2007 o las que producen bajo la firma de uno de los padres del sector como es Henry Ford. Esa es la idea que Donald Trump se ha propuesto abanderar con la excusa de defender el trabajo de los estadounidenses sugiriendo a los fabricantes que mantengan sus fábricas en Estados Unidos y no en México, de donde provienen principalmente los grandes vehículos, como los camiones, y los coches más económicos.
Pero las amenazas de Trump no se dirigen solamente contra firmas estadounidenses como Ford y General Motors, sino que el compendio Fiat-Chrysler y la japonesa Toyota también han recibido un toque de atención por parte del magnate.
Impacto sobre el beneficio
Desde que el pasado 4 de enero Donald Trump comenzara su campaña contra la inversión de las firmas automovilísticas en México, bien a través de inyecciones de capital o bien mediante el traslado allí de la fabricación de un determinado modelo de coche, éstas han visto resentir sus estimaciones de beneficio de cara a los próximos años. Los expertos han rebajado en 1,8% su previsión de ganancias para Ford y General Motors de cara a los dos próximos ejercicios respecto a lo que pensaba hace tan sólo una semana. El beneficio de Ford llegará a los 6.200 millones de euros, frente a los 6.300 millones que se esperaban hace menos de siete días. En el caso de General Motors, sus ganancias alcanzarán los 8.200 millones de euros, frente a lo que se estimaba antes en 8.360 millones.
"La ventaja de costes que antes obtenían estos fabricantes al estar ubicados en México va a dar lugar a un aumento del precio final que asume el consumidor, aunque éstos demanden vehículos de bajo coste", aseguran desde Bloomberg. Se calcula en 6 dólares/hora el coste de un trabajador mexicano frente a los 28 dólares/hora que supone, de media, el mismo empleo en Estados Unidos, según el Centro de Investigación Automovilística del país.
En principio, el sobrecoste se trasladará al consumidor y, de ahí, que las casas europeas que fabrican utilitarios, como es el caso de las francesas Peugeot y Renault podrían verse beneficiadas. De hecho, el sector autos europeo es el más alcista del año, con ganancias que rondan el 3%. El consenso de mercado recogido por FactSet ha mejorado un 0,9% su previsión de beneficio para Peugeot este año, cuando ganará cerca de 2.050 millones de euros, y otro 0,4% en el caso de Renault, hasta rozar los 4.000 millones de euros. Ambas ostentan una mejor recomendación por parte de los expertos, llegando, incluso, en el caso de Renault a ser compra, mientras que Peugeot se aleja ligeramente, con un tibio mantener. Ni Ford, ni General
Motors, ni Harley-Davidson (clásico americano) logran librarse tampoco de esta recomendación, mientras que Tesla sigue siendo venta. Sus innovaciones al volante le llevan a un sobrecoste tal que podría hacerle cerrar por tercer año consecutivo con pérdidas. De momento, su Trumpazo particular se traduce en una caída de las estimaciones del 28% para este año, hasta un beneficio que se ha reducido hasta los 80 millones de euros en sólo una semana, frente a los 112 millones que calculaban antes los expertos.
La debilidad del euro frente al dólar favorece, además, las exportaciones de coches a Estados Unidos. Hoy se cambia a 1,05 dólares, aunque son muchas las casas de análisis que contemplan la paridad del cruce este año e, incluso, que la divisa comunitaria caiga por debajo de este nivel.
Un impuesto del 35%
La Administración Trump está dispuesta a dar al traste con la relación comercial de la que hasta ahora disfrutaba con el país vecino. México pertenece al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y, por lo tanto, todas las exportaciones que se realizan a Estados Unidos están exentas de pagar impuestos en la aduana, algo que podría cambiar. Trump pretende imponer una tasa impositiva del 35%, lo que tendría un sobrecoste para General Motors de unos 3.000 millones de dólares en 2017 sólo para mantener la exportación de tractores, una fábrica que, teóricamente, seguirá establecida allí.
Según datos del Centro de Investigación Automovilístico de EEUU, las compañías americanas en México produjeron unos dos millones de vehículos en 2010; ya en 2015 esta cifra superó los 3,25 millones, mientras que para 2019 la previsión es que bata los cinco millones de coches. Aún así, no es el máximo exportador de EEUU. Por delante se encuentran Japón, Alemania y Canadá.
¿A qué compañías impactará más? General Motors fabrica en México más de 580.000 vehículos al año, de los que el 71,7% se exporta a Estados Unidos. Además, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos ha desafiado a la Administración Trump al anunciar que trasladará la producción del nuevo modelo GMC Terrain, que fue presentado el fin de semana en el Salón de Detroit, de Canadá a México.
En porcentaje, sin embargo, Fiat Chrysler importa el 92,6% de lo que produce al otro lado de la frontera, en total más de 380.000 autos, con datos recopilados hasta octubre del año pasado (ver gráfico). Ford, por su parte, exporta hasta casi el 94% de lo que produce en México a EEUU, esto es 314.000 vehículos de un total de 337.000. "La pregunta que nos hacen muchos inversores desde el pasado martes es sobre cuál será el coste de esta medida para Ford", reconocen desde JP Morgan. "Pero lo que ha tenido una menor trascendencia mediática es que la producción del modelo Focus seguirá siendo transferido a México, donde los costes laborales son significativamente menores. Los vehículos caros, como el Ford Ranger y el Bronco, a los que se les puede sacar más rentabilidad seguirán en EEUU", concluyen.