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Distrito Castellana Norte es la única opción que tiene Madrid para ser la nueva "City"

  • Un informe de Colliers demuestra que el proyecto no es especulativo
  • DCN es el tercer proyecto con menor edificabilidad entre los grandes desarrollos del mundo
Ilustración Distrito Castellena Norte

Alba Brualla

La magnitud del proyecto Distrito Castellana Norte, que implica una ampliación del Paseo de la Castellana de Madrid y una regeneración total de la zona norte de Madrid, es razonable. Esta es una de las conclusiones que se extraen del análisis presentado ayer por la consultora Colliers, que compara la edificabilidad de este desarrollo urbanístico con los que se han llevado a cabo en otras grandes ciudades con éxito.

El coeficiente de edificabilidad de Castellana Norte es de 1,05, lo que le sitúa como el tercer proyecto más bajo en comparación con otros proyectos mundiales. Así, es cuatro veces más pequeño que Canary Wharf, en Londres, y supone un tercio de Barangaroo, en Sídney.

Concretamente, el coeficiente de edificabilidad bruta de los 14 proyectos analizados por Colliers se sitúa en una media de 2,69. Con estas cifras sobra la mesa, DCN, quiere demostrar que su proyecto no es ni desmesurado, ni especulativo, ni desproporcionado, como se ha venido defendiendo por parte del Ayuntamiento de Madrid, que presentó una propuesta paralela que reducía aun más las magnitudes del desarrollo y lo hacían inviable económicamente para los promotores.

Sin embargo, desde DCN defienden su postura al destacar que su proyecto se llevará a cabo en un plazo de actuación de 20 años, en los que se podrá adaptar a las necesidades concretas de la ciudad, como han hecho el resto de grandes desarrollos a nivel mundial.

Por su parte, Antonio Pan de Soraluce, managing director de Colliers International España, explicó que la falta de producto residencial que se va a experimentar en Madrid en los próximos años es constatable".

"Esta es una oportunidad única, ya que ahora mismo no somos vistos como una ciudad vanguardista", asegura el directivo, que considera que esta situación podría cambiar si sale adelante el proyecto de DCN. En este sentido, explicó que todos los proyectos han usado un emblema y la carta de presentación en este caso es muy buena para atraer inversión y grandes empresas, ya que quieren levantar el rascacielos más alto de Europa.

El segmento de oficinas, que representa un 32 por ciento del proyecto, es un elemento clave para la ciudad, ya que hasta hace algunos años "los promotores pequeños han levantado sus edificios sin un respaldo de calidad institucional, y ahora mismo es muy difícil encontrar un edificio de calidad con un buen entorno de ocio en la parte baja".

Así, Pan de Soraluce, quiso destacar que ahora mismo Madrid no es una alternativa a la City de Londres, ya que la ciudad no cuenta con suficiente stock de oficinas de calidad, pues están obsoletas y no cumplen con los estándares internacionales de calidad en oficinas.

El directivo considera que el proyecto que proponen BBVA y Sanjose sería la única forma de aportar a Madrid un nuevo parque de oficinas adaptado a las nuevas tendencias que demandan las grandes empresas. "No veo otro modo de poder contar un parque de oficinas nuevo y de buena calidad".

Por el momento, el proyecto está paralizado, ya que las negociaciones entre los promotores y el Ayuntamiento son actualmente inexistentes. Mientras se espera a que el proceso político en España se resuelva el tiempo corre en contra de este desarrollo, que prevé generar 120.000 empleos y que supondrá una inversión de 6.000 millones de euros, generando además 3.340 millones de ingresos fiscales.