Lactalis consuma el cierre de Lauki
Rafael Daniel
La multinacional francesa Lactalis consuma el cierre de la planta de Lauki en Valladolid pese a la existencia de ofertas de compra de las instalaciones.
Lauki ha puesto hoy fin a sus 62 años de historia. De nada ha servido la amplia movilización sindical, social y política para que su propietaria, la multinacional Lactalis, accediese a la venta y evitar el cierre de una de las plantas señeras del sector lácteo en nuestro país.
Hoy viernes vencía el plazo dado por Lactalis para encontrar un comprador para la planta. Las exigencias de la multinacional, que las instalaciones no fueran a un competidor, convertían la misión en un imposible. Pese a todo, la compañía francesa sí ha ampliado el plazo para la posible transmisión de la fábrica, aunque los sindicatos no parecen demasiado optimistas ante el escaso interés mostrado hasta ahora por la compañía por facilitar la transmisión.
Sobre la mesa, hay varias ofertas que podrían adecuarse a los condicionantes de la propietaria. Ahora, el tiempo dirá si las intenciones de la compañía por salvar la fábrica eran sinceras o no.
Representantes sindicales y políticos han acudido este viernes a la pluerta de la fábrica para solidarizarse con los trabajadores en su última jornada laboral.
De estos empleados, 54 se irán destinados a otras plantas de Lactalis, otros once se acogerán a un plan de prejubilación debido a su edad, y los 19 restantes pasarán a engrosar las listas del paro.
El empleo no será la única repercusión del cierre de la planta. En el aire queda el futuro del medio centenar de ganaderos que abastecía a la planta y que cruzan los dedos para que Lactalis cumpla su palabra y continúe comprándoles la leche.