Empresas y finanzas
Acciona reflota Trasmediterránea y compra dos buques por 50 millones
Javier Mesones
Trasmediterránea, la naviera propiedad de Acciona, ha conseguido dejar atrás los números rojos tras el proceso de reconversión emprendido hace dos años y se ha embarcado en una etapa de crecimiento que incluye la ampliación de su flota y la apertura de nuevas conexiones. La compañía ha cerrado la compra de dos buques por 50 millones de euros y ya trabaja para acometer nuevas inversiones. En un escenario de perspectivas positivas, Acciona ha aparcado la venta que intentó años atrás.
Trasmediterránea, que celebrará su centenario en 2017, cuenta con una flota media de 21 embarcaciones. En los últimos meses ha sumado dos nuevos activos: el buque Albayzin, adquirido a la compañía italiana Moby Lines por 40 millones, y el Almariya, por el que ha desembolsado 10 millones a la naviera Isabella Cruise. Ambos estaban fletados por Trasmediterránea y operaban, tanto pasajeros como carga, en las líneas Cádiz-Canarias y Almería-Marruecos, respectivamente.
Presidida por Jorge Vega-Penichet y con Mario Quero como consejero-director general, Trasmediterránea tiene toda su flota operativa al 100%. En un contexto de crecimiento de la demanda y de mejora de la cuenta de resultados, la compañía tiene intención de incrementar el número de buques en propiedad. En este momento, no contempla la venta de ninguno de los que posee. Un cambio respecto a lo acontecido años atrás. Así, por ejemplo, en 2015 se desprendió de del Superfast Canarias y el Superfast Andalucía por 18,5 millones.
La apuesta por los buques en propiedad responde a un entorno en el que, propiciado por la crisis económica, "el sector del transporte marítimo a nivel internacional sufre un mercado escaso tanto de fletes como de nuevas construcciones", explican desde la compañía.
En cualquier caso, el plan de la empresa incluye disponer de una flota formada tanto por buques en propiedad, principalmente, como fletados. Actualmente, y en función de la época del año, entre el 60 y el 70% de los barcos operativos son propios y entre el 30 y el 40% son alquilados. Adicionalmente, Trasmediterránea fleta sus barcos a otras navieras, como ocurre en varias rutas del Báltico.
Trasmediterránea rompió en 2015 con tres años de pérdidas. Ganó 31,36 millones, frente a los números rojos de 10,17 millones de 2014. La cifra de negocios ascendió a 424,1 millones, un 1,6% más. Una tendencia positiva que se ha mantenido en los seis primeros de 2016. La compañía registró un resultado bruto de explotación (ebitda) de 14 millones, lo que supone multiplicar por siete los dos millones obtenidos un año antes. Detrás de esta sustancial mejora se halla el crecimiento de las ventas, que subieron hasta los 194 millones, un 3,6% por encima de los 187 millones facturados en 2015.
El incremento de la facturación se sustenta en los aumentos del 4% en el número de pasajeros entre enero y junio y del 5% en el de vehículos de pasaje, así como en el crecimiento del número de metros lineales de carga atendida, que ha alcanzado los tres millones, el 1% más. Y las proyecciones son igualmente positivas. A falta de cerrar la temporada de verano el 15 de septiembre, desde la empresa aseguran que "se han cumplido los objetivos de negocio para la temporada alta".
Venta paralizada
Además de la recuperación económica, la subida de los tráficos se encuadra en la estrategia implementada por Trasmediterránea en los últimos dos años, desde que asumió las funciones ejecutivas Mario Quero. En este tiempo, ha focalizado sus esfuerzos en revitalizar el atractivo del transporte marítimo, golpeado por el auge de las aerolíneas low cost. Emprendió una decidida apuesta por dotar los buques con las nuevas tecnologías, multiplicar la velocidad de los navíos y renovar las habilitaciones de los barcos, entre otras medidas. Pero al crecimiento del resultado también contribuyen las adaptaciones implementadas en estos años, que incluyen el menor consumo de combustible por milla navegada o una distribución de las embarcaciones dinámica en función de las necesidades de cada puerto. En suma, una mejora de la eficiencia operativa.
En este marco, Trasmediterránea ha regresado al mercado interinsular, un nicho que había abandonado. En julio puso en marcha una línea entre Mallorca y Menorca, que conecta Alcudia y Ciutadellas. También ha incorporado un buque con más capacidad, el Forza, a la conexión Valencia-Palma.
Igualmente ha reforzado con la entrada de un tercer buque la ruta de Cádiz a Canarias para mejorar su competitividad y ofrecer un mejor servicio a sus clientes de carga, entre los que destacan los productores de plátano canario -transporta el 70% del total-. Con el norte de África ha potenciado las conexiones con Argelia, con más salidas y un buque dedicado todo el año a los trayectos desde Almería a Oran y Ghazaouet.
Medidas orientadas a abundar en el crecimiento de la firma. Acciona, que tiene el 92,7% del capital, ha suspendido la venta que pretendió durante años -ninguna de las propuestas recibidas satisfizo sus objetivos-. Lo aseguró en abril el presidente José Manuel Entrecanales, quien no obstante, dejó la puerta abierta a desinvertir en Trasmediterránea en el futuro si llegara una oferta irrechazable.