Thilo Brodtmann: "Los robots no son ciencia ficción, sino que ya forman parte de nuestra realidad"
Jorge Valero
Europa se encuentra atrapada entre la urgencia por acelerar la digitalización de su economía y la necesidad de contrarrestar los peligros que esta automatización puede generar. Thilo Brodtman, cabeza de una de las principales asociaciones industriales alemanas (VDMA), opina que los socios europeos se deben preocupar menos por los empleos que los robots pueden destruir, algo que dice no ha sucedido hasta ahora, y más por preparar mejor a las nuevas generaciones para los empleos del mañana.
La nueva generación de robots y la inteligencia artificial son pilares de la llamada cuarta revolución industrial. ¿Cuál será su importancia en el futuro de la economía europea?
Los robots no son ciencia ficción, ya forman parte de nuestra realidad, como en las cadenas de ensamblaje de automóviles. Lo nuevo es que la digitalización nos permite conectar las máquinas entre ellas, y a éstas con los humanos. Esto representa una enorme oportunidad para mejorar la eficiencia y la competitividad de las compañías europeas.
El Parlamento Europeo publicó recientemente una opinión sobre los robots. ¿Cuál es la suya?
Es positivo que este debate esté teniendo lugar en Europa, ya que necesitamos un marco político para el conjunto de la UE en un par de años, y no una colección de 28 iniciativas nacionales. La opinión de la Eurocámara es interesante, pero extrae numerosas conclusiones políticas que consideraría prematuras. Así, incluye que, en algunos casos, los robots deben ser considerados ?personas electrónicas? y, por lo tanto, deben pagar impuestos. La UE tiene que recorrer una línea fina, ya que se necesitan normas que ofrezcan certidumbre legal pero sin limitar la innovación. Aunque un impuesto para robots no es una buena idea ni hoy ni en el futuro.
Una de las grandes preguntas es cómo adaptar el marco legal existente sobre responsabilidades a los robots avanzados. ¿Quién debería ser responsable en caso de accidente?
La responsabilidad debe ser analizada y adjudicada caso por caso. Un régimen muy estricto no es ni justo ni provee de los incentivos correctos. Si obligamos a las compañías propietarias a pagar por todos los daños, incluso si no es su culpa, estaremos desincentivando que el sector privado adquiera estas tecnologías, sobre todo las pymes. Lo que desde luego no apoyamos es la sugerencia del Parlamento Europeo cuando dice que "cuanto mayor sea la capacidad del robot para aprender o su autonomía, menor debe ser la responsabilidad de otras partes".
Incluso los más tecno-optimistas admiten que los robots destruirán muchos empleos. ¿Le preocupa la pérdida de trabajos en Alemania?
No es verdad que la automatización ha reducido el empleo. El pasado muestra que el aumento de la productividad ha generado un mayor crecimiento, lo que también ha creado más empleo. Alemania tiene la tercera mayor densidad de robots. A pesar de ello, la tasa de empleo también ha crecido. Más aún, la digitalización permite traer de vuelta empleos que se fueron hace mucho a países con salarios menores.
Esta automatización podría amenazar los empleos del sector servicios... ¿Está a favor de una renta básica universal como solución ante los efectos más negativas?
No deberíamos dedicarnos a solucionar problemas que no existen. Una renta básica financiada por un impuesto a los robots es una idea hermosa pero mala, ya que aumentaría los costes para las compañías cuando quieran utilizar las tecnologías. Respecto al sector servicios, especialmente en Alemania, puede que dependamos de la tecnología en el futuro. Por ello, deberíamos ver a los robots como una solución a muchos de nuestros problemas.