Los nuevos fármacos oncológicos tardan dos años en llegar a España
Juan Marqués
Dos años de espera para acceder a un nuevo tratamiento contra el cáncer puede ser mucho o poco, dependiendo de si se trata de una innovación o de una novedad que aporta nada o muy poco al arsenal terapéutico. Consulte más información en la revista elEconomista Sanidad.
Más peliagudo es, en cambio, la falta de un modelo que permita rebajar estos tiempos de espera y priorizar entre las nuevas moléculas, como también la inequidad presente en el Sistema Nacional de Salud a la hora de ofertar las nuevas terapias, unas diferencias que convierten a los ciudadanos en pacientes de primer y segundo nivel en función de su comunidad autónoma o ciudad de residencia.
Y es que la brecha entre hospitales es también significativa. Entre seis y 24 meses puede oscilar la variabilidad registrada entre regiones para facilitar un tratamiento, según datos expuestos por el doctor Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, que recoge hoy el nuevo número de elEconomista Sanidad, la revista digital del sector del elEconomista.
Son algunas de las cifras y conclusiones extraídas del debate organizado recientemente por la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), donde se abordó la desigualdad en el acceso a la innovación farmacológica en España y se puso de relieve la falta de un modelo válido por parte de la Administración para priorizar entre las distintas innovaciones, según su valor y eficacia, a la hora de financiar tratamientos de gran impacto presupuestario. Sólo la nueva inmunoterapia aprobada supondrá un desembolso de 200 millones de euros este año.
El reto financiero que tienen los sistemas de salud por delante es mayúsculo, ya que la disposición de nuevos medicamentos -en especial en el área oncológica donde se esperan 40 nuevos fármacos e indicaciones, de los que ocho serán fármacos inmuno-oncológicos, 13 en hematología o tres biosimilares, entre otros- impulsará el gasto en medicamentos hospitalarios a crecimientos de doble dígito en los próximos años, según las cifras a PVL expuestas por la consultora IMS Health. Los fármacos oncológicos representan ya el 18,5 por ciento del mercado hospitalario nacional a PVL. Sólo el año pasado se lanzaron 12 nuevos principios activos contra el cáncer de un total de 31.
La sanidad española no sale bien parada si se comparan los tiempos de demora entre países, desde que se aprueba una nueva terapia por la Agencia Europea del Medicamento hasta que el médico la prescribe. Miguel Martínez, de IMS Health, presentó los datos que sitúan a España en último lugar entre las cinco economías más grandes de la Unión Europea. Los pacientes españoles esperan así de media 15,8 meses para ser tratados con la última terapia disponible en el mercado, por los 3,5 meses de alemanes o los 3,9 meses de británicos, según datos de 2014.
Lejos está también la marca de 10,8 meses que registra Francia (ver gráfico). Estos casi 16 meses de espera en España se transforman en dos años si se comparan los datos de tratamientos oncológicos que, por lo general, son de precio más elevado, según un informe elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica de 2015. Aun así, el ritmo de registro de nuevas moléculas en esta área terapéutica ha mejorado en los últimos tres años y se va a mantener en los próximos años debido al lanzamiento de nuevos fármacos e indicaciones. Desde 2013 se han registrado así 28 moléculas oncológicas, cinco desde enero de 2016.
Las demoras en el acceso y la variabilidad en el uso de los fármacos entre centros y comunidades son "una forma de retrasar el pago", ya que muchos servicios de farmacia de los hospitales "están salvaguardando el presupuesto del hospital", admitió el doctor Manuel Constenla, del Hospital Montecelo de Pontevedra. Este especialista matizó también que los dos años de espera "pueden ser razonables si el impacto clínico de la innovación es dudoso", aseguró durante la jornada de ECO.
Freno en comisiones locales
Pero la cuestión de fondo sigue siendo el modelo de financiación autonómica y el papel que asumen las comunidades autónomas a la hora de decidir el acceso a los nuevos medicamentos en los hospitales, como pagadores finales de los nuevos tratamientos aprobados por el Ministerio de Sanidad, como recordó el gerente del Servicio cántabro de Salud, Julián Pérez Gil. Se dan así situaciones en las que un fármaco que ha pasado por la Comisión de Precios y por la Comisión Autonómica "puede quedarse parado en una comisión de farmacia de un hospital", lamenta Pilar García Alfonso, coordinadora del Foro y miembro de la Fundación ECO, quien reclama garantías para los pacientes con el fin de que una decisión centralizada no sea anulada en los hospitales.
Son, precisamente, estos comités autonómicos quienes retrasan la incorporación de las innovaciones al arsenal terapéutico. Comunidades como Madrid, las dos Castillas, Extremadura o Murcia disponen de acceso descentralizados a través de las comisiones de Farmacia de sus hospitales. El modelo es centralizado a través de una comisión regional en Aragón, Comunidad Valenciana, País Vasco, Asturias y Galicia, mientras que el sistema es mixto en Andalucía, Cataluña, Navarra y Cantabria, según los datos ofrecidos por IMS Health.