Empresas y finanzas

El dueño de Joy Eslava niega su venta y asegura que la discoteca está "en su momento de mayor actividad"

    Vista exterior de la emblemática discoteca. | <i>Efe</i>

    elEconomista.es

    Los dueños de la Joy Eslava han negado que existan operaciones de venta en estos momentos de la afamada discoteca madrileña y han reafirmado "su proyecto sólido y con proyección de futuro" para la sala.

    Según han indicado a Europa Press fuentes cercanas al empresario Pedro Trapote, propietario de la discoteca, la Joy está embarcada en la actualidad "en su momento de mayor actividad" con la preparación del XXXV aniversario de su inauguración y con el lanzamiento de 'Escenario Eslava', una apuesta por la música en directo cuyos detalles se darán a conocer durante dicho aniversario.

    "Los empresarios de la noche están sufriendo una década de problemas encadenados, con la crisis, el aumento del IVA, las nuevas situaciones administrativas, la herencia de la desgracia del Madrid Arena y las continuas inspecciones. Todo ello deja el sector en una posición incómoda. Y por eso a muchos nos lleva a cuestionarnos el futuro. Pero no es el caso de la Joy", ha indicado un portavoz de la asociación 'Noche Madrid'.

    De esta manera, han salido al paso de la informaciones publicadas hoy en varios medios de comunicación que apuntaban a que Trapote pensaba vender la distinguida discoteca para que en el futura fuera una tienda de ropa o un local de restauración.

    Abrió como teatro en 1871

    Ubicada en pleno centro de la capital, justo en la calle Arenal y a unos metros de la Puerta del Sol, este local inicialmente abrió como teatro. Promovido por el empresario Bonifacio Eslava, sobrino del músico Hilarión Eslava, el café-teatro vio la luz en 1871.

    Más adelante, en la noche del 23 de febrero de 1981, tras la euforia desbordante de la superación del 23-F, Pedro Trapote fue quien convirtió el local en una sala de fiestas. Con un tamaño de 2.000 metros cuadraros, repartidos en tres plantas, tiene una capacidad para unas 1.200 personas.