Los ajustes de red y plantilla llevan a la banca a duplicar su productividad
Fernando Tadeo
Los ajustes de red y plantilla llevados a cabo por la banca en los últimos años han permitido al sistema financiero español a duplicar su productividad. Las entidades no sólo ha conseguido mejorar sustancialmente su eficiencia operativa con el ahorro de costes, sino que el negocio captado por empleado y oficina se ha disparado.
En concreto, cada trabajador del sector tiene una capacidad para lograr recursos de sus clientes por un importe que ya roza los 6 millones de euros, según datos de Funcas extraídos del Banco de España. Antes de la crisis, de media cada empleado podría recaudar imposiciones por un valor inferior a los 3 millones de euros, es decir, la mitad que en la actualidad.
La productividad de la plantilla ha ido poco a poco subiendo. En 2012, por ejemplo, la cuantía en depósitos por trabajador se situaba en 4,7 millones, lo que significa un 25% menos que a cierre de 2014.
Este indicador también ha ido en ascenso si se mide por oficinas. Cada sucursal ahora capta 40 millones, frente a los 18 millones de media entre 1998 y 2001. En 2012 la capacidad de cada centro se situaba en 30 millones.
Se prevé que la tendencia alcista continúe, no sólo por el mantenimiento de planes de ajuste en la estructura sino la paulatina mejora de la economía, que incrementará los saldos de los clientes.
Desde 2008, cuando estalló la crisis financiera, la banca ha recortado un 25% su plantilla. Las entidades han perdido 67.550 trabajadores. El sector ahora da empleo a 203.000 personas, según los datos del regulador.
Más intensa ha sido ajuste en oficinas. Más de un 30% de la red comercial ha desaparecido. El número de sucursales asciende a 31.817 frente a los 45.662 de hace ocho ejercicios.
Para los próximos años se prevé la estructura operativa de la banca baje, aunque de una manera mucho menos intensa. El Banco de España ya ha instado a las entidades a que reduzcan el volumen de oficinas que tienen instaladas, lo que previsiblemente conllevará a una salida de personal.
En el mercado ya se da por hecho, además, que habrá nuevas fusiones ante la escasa rentabilidad de algunos grupos, principalmente aquellos de mediano tamaño. En el servicios de estudios de BBVA se apunta a que finalmente quedarán entre 6 y 10 grupos bancarios en nuestro país frente a la quincena que hay actualmente tras la mayor reconversión financiera.
Las integraciones de entidades generalmente conllevan planes de recorte de red y de trabajadores con el objetivo de conseguir ahorros de costes.
Asimismo, impactarán en el sector los proyectos de los bancos pata impulsar los canales digitales para adaptarse a la nueva realidad social y para recortar los gastos operativos. Estos dispositivos requieren de menor estructura física.
La productividad y la eficiencia son dos de los parámetros que mejor comportamiento han tenido en los últimos años en el sistema. La rentabilidad sigue siendo muy baja y será clave para que una entidad pueda sobrevivir en el futuro. El supervisor único, el BCE, ya ha reclamado a los grupos bancarios una hoja de ruta para elevar el retorno su ROE (sobre recursos propios). Antes de la crisis, este indicador se situaba por encima del 15%. Ahora está por debajo del 7%, pero hay entidades que no logran ni el 3%. El objetivo a corto es llegar al 10%.