Empresas y finanzas
Europa invertirá 43.000 millones en un corredor de gas alternativo a Rusia
Rubén Esteller
En 2020 el gas natural que se utilice en una cocina europea podría llegar perfectamente desde el Mar Caspio como una vía alternativa al suministro de Rusia.
España se convertirá hoy en el punto neurálgico de uno de los mayores proyectos energéticos del mundo a pesar de no tener un contacto directo.
El Corredor Gasista del Sur de Europa supondrá la puesta en funcionamiento de una red de gasoductos con una distancia equivalente a un tercio del diámetro de la Tierra o la distancia existente entre Madrid y Moscú, es decir, la friolera de 3.500 kilómetros.
La Comisión Europea ha decidido dar un golpe sobre la mesa para apoyar en serio el refuerzo de las interconexiones energéticas y lo reiterará en el próximo Consejo de Ministros del 20 de marzo y hoy mismo en un acto en Madrid con el comisario de Energía, Miguel Arias Cañete. Para ello, las instituciones europeas apoyarán la construcción de este proyecto, calificado ya como prioritario, y valorado en total en 45.000 millones de dólares, alrededor de 43.000 millones de euros.
Las tres grandes redes
El Corredor lo conforman tres grandes gasoductos: South Caucasus, Trans Anatolian y el Trans Adriatic. En este último, Enagás ha logrado entrar con una participación del 16 por ciento lo que le sitúa como un jugador de excepción para el desarrollo de esta infraestructura. La compañía que preside Antonio Llardén puede desempeñar un papel fundamental como compañía experta en el sector y como TSO (Transmission System Operator) certificado por la Unión Europea.
El proyecto contempla la construcción de un gasoducto de 871 kilómetros de longitud que unirá Turquía con Italia, a través de Grecia y Albania, incluyendo las estaciones de compresión asociadas.
Por Grecia discurrirán 547 kilómetros, por Albania 211 kilómetros, por Italia 8 kilómetros y de forma marina, por el Mar Adriático, 105 kilómetros, con una capacidad inicial de 10 bcm, es decir, un tercio de todo el consumo anual de España. La construcción está previsto que se desarrolle en línea con el calendario del yacimiento de BP en Shah Deniz -que tiene una capacidad de 16 bcm- en el Mar Caspio, de forma que las primeras entregas de gas a TAP en Europa lleguen aproximadamente para 2019.
TAP además acaba de poner en marcha dos contratos de precalificación para la construcción de la sección de 105 kilometros de tuberías marinas para el Mar Adriático. La mayor profundidad de la tubería se colocará a 820 metros. La primera precalificación comprende la Ingeniería, Procura, Construcción e Instalación (EPCI) de una tubería de 36 pulgadas entre las costas de Albania y el sur de Italia.
El alcance de los trabajos incluye las obras asociadas, así como los estudios de los fondos marinos y las actividades de prepuesta en servicio.
El segundo proceso de precalificación es para el suministro de tubos para la conducción en alta mar y revestimiento. El alcance del trabajo se divide en tres lotes.
La intención de Trans Adriatic es que con la llegada a Italia el gas pueda redireccionarse también a otros grandes países como Francia e incluso Reino Unido, donde Fluxys y Snam Rete Gas mantienen un acuerdo para mejorar la unión entre Italia, Suiza, Alemania, Holanda y Bélgica.