Grecia vuelve a la carga contra el Eurogrupo: "No firmaremos una prórroga ni con una pistola en la sien"
- Atenas rechazó ayer ampliar el rescate y el Eurogrupo da de tope hasta el viernes
Nuevo cruce de declaraciones entre los líderes europeos y los miembros del Gobierno griego. Los representantes del Ejecutivo heleno se muestran inamovibles ante las presiones del Eurogrupo para que firmen antes de cuatro días una nueva prórroga del rescate. El último en pronunciarse ha sido el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, que aseguró que "no vamos a solicitarla ni con una pistola en la sien".
"El Gobierno no se deja chantajear con ultimátum", señaló Sakelaridis en declaraciones a la cadena privada de televisión Mega en alusión al plazo que ayer dio el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Sakelaridis insistió en que "el Gobierno griego se ha comprometido a un acuerdo mutuamente beneficioso" y que ha demostrado que está buscando "un terreno común para dar una solución común". Aseguró asimismo que el Ejecutivo heleno continuará con los contactos y las consultas con el objetivo de hallar una solución común.
En términos similares se expresó desde Bruselas el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, quien ya avanzó que de los ultimátums "nunca ha salido nada bueno". En este sentido, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, ha pedido que "recapacite" y pida la prórroga.
Borrador de la Comisión Europea
Grecia se negó ayer a firmar el acuerdo propuesto por el Eurogrupo con el argumento de que mantenía la filosofía del memorando y contravenía el espíritu de un borrador realizado previamente por la Comisión Europea, que, según recalcó Varoufakis, hubiera estado dispuesto a firmar "inmediatamente". En el plano macro, se ha conocido hoy que el IPC cayó un 2,8% y amplió a 23 meses la deflación en el país.
En el documento final Grecia debía comprometerse básicamente a cumplir los acuerdos firmados por el Ejecutivo anterior, y, sobre todo, a mantener este año el objetivo de un superávit presupuestario del 3% del producto interior bruto, algo que el Gobierno de Alexis Tsipras quiere reducir a toda costa -en un principio al 1,5%- para poder aplicar incentivos económicos.