La comisión de Retribuciones de Caja Madrid aprobó las tarjetas opacas
Las tarjetas opacas de Caja Madrid pasaban incluso por el control y posterior autorización de la Comisión de Retribuciones de la entidad. Eso es, al menos, lo que acreditan los correos internos aportados por Bankia y que la Fiscalía Anticorrupción ha presentado ahora ante juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Blesa irá a la cárcel por su gestión.
Es lo que reconoce por ejemplo el secretario del consejo, Enrique de la Torre, en un correo remitido el 1 de septiembre de 2009 a Jesús Rodrigo, director de la Secretaría General, con copia para Miguel Blesa, el presidente. Hacienda decidió no investigar a los usuarios de las tarjetas black.
Tras explicarle las dietas y la cobertura de las tarjetas black, De la Torre, que fue imputado este jueves, asegura que "todo lo anterior tiene la bendición presidencial y (salvo las dietas y tarjetas de Bedia y Baquero) de la Comisión de Retribuciones".
De la Torre se refiere en este caso a dos consejeros de CCOO en la caja, Francisco Baquero y Pedro Bedia, que como el resto de los que usaron las tarjetas están imputados en la querella que instruye la Audiencia Nacional.
La Comisión de Retribuciones, que aprobó por lo tanto el uso presuntamente fraudulento de estas tarjetas, estaba compuesto en ese momento por Antonio Lázaro, del PSOE; José Moral Santín, de Izquierda Unida y el independiente Guillermo Marcos.
Los vocales del Consejo, de la Comisión Ejecutiva y de las Comisiones Delegadas cobraban en ese momento 1.350 euros por reunión, una dieta fijada en la asamblea de 2008 (en 2009 se congelaron junto con las retribuciones del comité de dirección). Además, cobraban una dieta mensual de 3.000 euros por su pertenencia al Consejo de la Corporación Cibeles, que debía reunirse 15 veces al año. Y eso, al margen, según especifica en el correo Enrique Latorre, de las tarjetas black. Según explicaba el secretario del consejo, el presidente, Miguel Blesa, y los vicepresidentes Antonio Romero, Bedia y Baquero tenían una cobertura de 50.000 euros al año y los demás de 25.000 euros. El correo electrónico que De la Torre manda a Fernández y Blesa, concluye además de una forma muy llamativa, con una clara advertencia: "Ojo con el informe de Gobierno Corporativo: es muy delicada la información".
En los correos se refleja también como, al margen de las tarjetas opacas y las dietas, se repartían también jugosos regalos, como relojes valorados en 12.000 euros, ofreciendo en algún caso, como pasó con el exconsejero Alberto Recarte, su cambio por cheques regalo de El Corte Inglés.
Otro directivo, el exresponsable de la dirección de riesgos, Ramón Martínez Vilches, pidió mantener su visa después de jubilarse, porque "moralmente me parece mejor opción" que seguir recibiendo el 50% de la retribución variable. En total, los consejeros y directivos de la entidad se gastaron entre 2002 y 2011 un total de 15,5 millones de euros en restaurantes, grandes superficies, ropa y complementos, alta joyería y, sobre todo, en disposiciones de efectivo.
Un correo de De la Torre a Blesa en enero de 2009 desvela ya como los directivos sabían que el uso de estas tarjetas podría no ajustarse a derecho. "¿Sabías que algo tan delicado como las tarjetas black de los consejeros lo lleva la secretaria de medios, que con una simple llamada de mi secretaria le da los saldos y movimientos de estas tarjetas. No te extrañen luego algunas filtraciones", le dijo.