Empresas y finanzas

Los accionistas de Pescanova escenifican una profunda división



    MADRID (Reuters) - Tras un maratoniano consejo de administración extraordinario de Pescanova celebrado el miércoles, la compañía y algunos de sus principales accionistas escenificaron públicamente la división en el seno de una compañía en preconcurso de acreedores y que aún no ha presentado sus cuentas anuales.

    En un primer comunicado matutino con intención de enviar un mensaje de aparente "normalidad", la compañía dijo que el consejo del fabricante gallego de pescado congelado simplemente "ratificó" por unanimidad -con uno de sus doce miembros ausente- el plan de restructuración financiera.

    Posteriormente, dos accionistas de referencia de PESCANOVA (PVA.MC)contradijeron la versión del resultado del consejo asegurando que en el consejo no se votó el plan de reestructuración financiera en el que está inmerso el grupo.

    "En relación con el Hecho Relevante publicado ayer, 14 de Marzo por Pescanova, los consejeros D. José Carceller y Luxempart quieren manifestar que, contrariamente a lo allí indicado, en la reunión del Consejo de Administración celebrado ayer no votaron ni ratificaron la línea de restructuración de la política financiera del Grupo", dijeron el viernes en un comunicado al supervisor bursátil.

    Carceller, quien había pedido el consejo extraordinario, representa en el consejo la participación del 6,18 por ciento de la cervecera Damm, mientras que Luxempart, representado por François Tesch, tiene un 5,8 por ciento.

    Ambos consejeros dijeron que el consejo se reunirá la próxima semana "tan pronto como sea posible" una vez que el auditor BDO termine los trabajos que le ha encargado el grupo y que fueron revisados en este consejo.

    En una nueva vuelta de tuerca, Pescanova reaccionó al comunicado de estos dos accionistas remitiendo un nuevo hecho relevante al regulador en el que dijo que no hay convocada ninguna reunión del consejo para la próxima semana.

    El grupo insistió en que, en cualquier caso, el consejo "decidió continuar" con el proceso de renegociación de su deuda financiera, matizando que esta decisión fue unánime en otro consejo celebrado el pasado 27 de febrero, días antes de que el grupo saltase a los titulares por pedir el preconcurso de acreedores.

    El regulador bursátil español tiene abierta una investigación sobre un posible abuso de mercado en torno a la cotización de Pescanova y ha instado al grupo a que presente sus cuentas de 2012 lo antes posible, al tiempo que la propia compañía ha reconocido "discrepancias" acerca del volumen total de deuda.

    La compañía tiene declarada una deuda consolidada de cerca de 1.600 millones de euros en sus cuentas a septiembre de 2012, aunque fuentes financieras sitúan la deuda total del grupo en torno a 2.500 millones si se tienen en cuenta las deudas de filiales no consolidadas.

    La acción de la sociedad, que ha caído un 66 por ciento desde antes el anuncio del preconcurso, permanece suspendida de cotización desde el martes.

    "Cuanto más tiempo pasa, menos margen habrá para negociar con los bancos y más riesgo de agotar el preconcurso y entrar en concurso de acreedores", avisó Banesto Bolsa en una nota para clientes el viernes.

    La prensa española recogía este viernes que el presidente y primer accionista de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, consiguió mantenerse en el cargo tras un consejo de ocho horas de duración y que los bancos acreedores se reunirían hoy en Madrid.

    Los diarios también destacaron el apoyo manifestado por el gobierno regional gallego y los recientes movimientos accionariales de fondos de inversión.

    El jueves, Fidelity afloró una participación del 1 por ciento en Pescanova.