Empresas y finanzas
Pescanova se hundió al no poder cerrar una venta en Chile por 250 millones
- Negoció con dos firmas noruegas, Marine Harvest y Cemacq, ceder el negocio acuícola
El barco de Pescanova viajaba viento en popa a toda vela... hasta el pasado viernes, cuando se vio obligado a presentar el preconcurso de acreedores. Pero, ¿qué es lo que ha ocurrido para que de un día para otro la banca acreedora deje de confiar en la compañía y su segundo accionista, la cervecera catalana Damm, que tiene un 6,3% del capital, se haya enfrentado a Manuel Fernández Sousa, presidente y primer socio del grupo con una participación del 14,4%?
El problema está a miles de kilómetros de distancia: en Chile. Tras meses de negociaciones con dos empresas noruegas -Marine Harvest, el líder mundial en la producción de salmón, y Cermaq- Pescanova logró un principio de acuerdo para el traspaso de las dos firman chilenas que gestionan este negocio: Acuinova y Nova Austra, con plantas de procesado y centros de cultivo en el país.
Aunque perdía una de las joyas de la corona dentro del grupo -Pescanova hubiera mantenido la filial Pescachile, dedicada a la pesca extractiva-, el precio de la operación, que se situaba entre 300 millones y 400 millones de dólares (entre 230 millones y 306 millones de euros), permitía a la compañía atender de sobra todos los compromisos financieros previstos para este año.
Enfrentamiento
Todo dio un vuelco, sin embargo, cuando a principios de años el acuerdo se rompió y Fernández Sousa se encontró sin margen de maniobra frente a la banca. Su primera salida fue pedir un aplazamiento de 90 días de un pago pendiente de unos 15 millones de euros. Pero parte de la banca acreedora, fundamentalmente por las reticencias del Frob (está presente a través de Novagalicia y Bankia) dijo que no.
Fue entonces cuando se desató un enfrentamiento abierto con Demetrio Carceller, presidente de Damm, con el que la relación era ya muy tensa. Fernández Sousa veía con cierta preocupación sus movimientos, aprovechando la caída de la acción para reforzarse en el capital, pero todo estalló cuando Carceller, consciente del problema con la banca, se negó a firmar las cuentas y solicitó por escrito la convocatoria de un consejo de administración extraordinario para dar un golpe de timón y tomar el mando de la empresa.
Fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico aseguran que su objetivo real, aunque no tenga la mayoría accionarial, es relevar de la presidencia a Fernández Sousa. "Considera que lleva a cabo una gestión demasiado personalista y que es necesaria una profesionalización de la gestión, con savia nueva", aseguran las fuentes consultadas por este periódico.
Fernández Sousa respondió con un órdago al presentar el preconcurso de acreedores, pero en plena marejada, cada vez tiene más difícil el control de la empresa. No cuenta con el apoyo de todas las entidades financieras, necesario para firmar la reestructuración, tiene que sortear el enfrentamiento en el accionariado y, sobre todo, aligerar la carga y conseguir recursos con nuevas desinversiones.
En el hecho relevante que remitió el pasado 28 de febrero, justo un día antes de la presentación del preconcurso, la compañía aseguraba ya que había procedido a no formular las cuentas "en tanto en cuanto no se den con carácter inminente una de las dos condiciones siguientes: la certeza de la venta de ciertos activos de la actividad del cultivo de salmón, reclasificados para la venta, o la renegociación de la deuda".
De momento, la compañía ha designado al banco de inversión Houlihan Lokey, especializado en fusiones y adquisiciones y en reestructuración financiera, como asesor para que ponga en marcha el proceso de renegociación del pasivo.
Recomendación de compra
Y mientras que la compañía prepara la renegociación, hay otros que aprovechan la volatilidad de la acción para rentabilizar su inversión. Hasta un 175% ha ganado el inversor que acudió a primera hora del martes a comprar títulos de Pescanova a 3,60 euros -tras desplomarse el día anterior un 60% en la subasta al término de la sesión- y cotizar ahora a 9,9 euros tras repuntar ayer un 21%.
La confianza del mercado ante el hecho de que las dificultades que atraviesa la compañía sean pasajeras lleva al valor a revalorizarse un 57% en las últimas dos sesiones y a ostentar aún una clara recomendación de compra del consenso de mercado de FactSet.
No obstante, el anuncio de preconcurso de acreedores de Pescanova se ha comido desde el viernes unos 215 millones de su capitalización bursátil. Banco Portugues de Investimento es el bróker verdaderamente más vendedor de papel de sus clientes, al deshacerse desde el martes de casi el 7% de lo negociado.