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¿Cuál será la próxima fusión bancaria? Se empieza a trazar el futuro mapa financiero

    Foto: Archivo


    Los rumores en el sector financiero sobre las entidades que podrían protagonizar una nueva oleada de fusiones van a más. Bankia, Liberbank, Unicaja... son algunos de los nombres que aparecen con más frecuencia en las quinielas, aunque no sorprendería un movimiento al respecto entre muchas otras.

    Lo que parece claro es que el número de bancos y cajas debe reducirse para poner fin a la existencia de entidades zombies sin ninguna viabilidad. Al menos es el mensaje que ha transmitido esta semana el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo que deja la puerta abierta a una segunda oleada de operaciones corporativas.

    "En España debe haber un grupo necesariamente menor del que hay de entidades financieras que cumplan su función de dar crédito y no generen ni la más mínima duda sobre su situación", ha apuntado Rajoy. Así pues, ¿cuál será la próxima fusión bancaria en España?

    Sin duda, banqueros y políticos parecen coincidir en lo mismo: hay que hacer algo para sanear los balances y reactivar el crédito. Si la solución pasa por poner en marcha la creación de un banco malo que aglutine los activos más problemáticos del sector financiero es algo que aún debe discutirse. Pero es una opción, a la que incluso se ha referido el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez

    Este mismo jueves se ha manifestado también al respecto la patronal bancaria, que ha dado su visto bueno a que se cree un banco malo para ayudar a entidades inviables. Pero con una condición: que éstas desaparezcan mediante la absorción por otras entidades de mayor solvencia, ya sean españolas o extranjeras. Una vez más, se aboga por adelgazar el sector.

    Ahora bien, no todos no todos los grupos financieros ven con buenos ojos que se realice un traspaso indiscriminado y forzoso. Los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, se oponen a la idea de sacar de balance los activos, ya que conllevaría reconocer pérdidas.

    No en vano, el primer paso requeriría una valoración realista de los activos inmobiliarios en poder de las entidades financieras, que conllevaría un menor valor del que tienen reconocidos en balance. En un segundo momento, esos activos serían vendidos al Estado por el nuevo precio de mercado establecido lo que, en el peor de los casos, podría implicar rebajas de hasta el 60%. Éste, en contrapartida, les daría o bien fondos o bien deuda pública.

    La exposición problemática

    Según ha cifrado el Banco de España, la exposición problemática de los bancos y cajas de ahorros vinculada a la actividad de promoción inmobiliaria asciende a 176.000 millones de euros, esto es, un 52% de la exposición total de la banca al sector promotor.

    Los bancos más fuertes apoyan un saneamiento generalizado y rápido del sector, pero rechazan una solución única. Piensan que les obligaría a recaudar más capital en un momento difícil, cuando cada banco debe manejar sus propios problemas. Algunos entidades incluyendo Caixabank y Bankia, ya tienen sus propios bancos malos dentro de sus estructuras corporativas.

    Un banco malo al estilo irlandés, como el que se daría en España, implica fuertes descuentos, el reconocimiento de pérdidas y consecuencias negativas para el capital de los bancos afectados. "Hacer un banco malo implica un gran descubrimiento de precios", apunta Ínigo Vega, analista bancario de CA Cheuvreux en declaraciones que recoge el FT.

    ¿Ya está en marcha?

    El pistoletazo de salida de una futura ronda de fusiones bancarias la dio Banco Popular a mediados de octubre, al lanzar una opa sobre el 100% del capital de Banco Pastor.  Finalmente, la semana pasada también se encontró una solución para la intervenida Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), adjudicada a Sabadell por el precio simbólico de un euro.

    Banca Cívica es otra de las entidades que ha colgado el cartel de busco socio. La entidad surgida de la integración de Cajasol, Navarra, Canarias y Burgos ha comenzado a llamar a varias puertas.

    Pero las necesidades de reestructuración del sistema financiero se han incrementado en los últimos meses, advierte el Banco de España, que todavía debe hallar una solución para las nacionalizadas Unnim, CatalunyaCaixa y Novagalicia. Con seguridad, el mapa bancario español cambiará mucho en los próximos meses.