Empresas y finanzas

Los inversores españoles echarán a Roverato si toman el control de Eiffage

    Un trabajador de Eiffage en una construcción. <i>Foto: Archivo</i>


    Cada uno tiene sus propios intereses, pero todos parecen compartir un mismo objetivo: echar a Jean-François Roverato, presidente de Eiffage. Todos los inversores españoles que están entrando en el capital de la tercera constructora francesa están radicalmente en desacuerdo con el directivo galo.

    Por tanto, Sacyr Vallehermoso (SYV.MC), dueña del 33,2 por ciento de Eiffage, no es la única compañía enfrentada a Roverato. Fuentes cercanas a Grupo Rayet, dueño de otro 4,21 por ciento de la constructora gala, también señalan su intención de destronar el presidente si tienen oportunidad. Un objetivo que parecen compartir con la alianza de promotores españoles que han unido fuerzas para adquirir entre el 10 y el 14 por ciento de Eiffage.

    Desembarco en Eiffage

    Como adelantó ayer elEconomista, Luis Portillo, presidente de Inmocaral; José Ramón Carabante, dueño de Grupo 2002; Alicia Koplowitz; y Xavier Solano, presidente de Restaura, lideran un grupo de accionistas que llevan semanas negociando su entrada en Eiffage.

    Un desembarco que no necesita ser inmediato, aunque la operación ya está en marcha, según ha podido confirmar este periódico. Las mismas fuentes destacan el interés de todos estos accionistas por el mercado francés (los tres primeros ya poseen la sociedad SFL a través de Colonial; mientras que Restaura compró una sociedad gala el pasado ejercicio), y añaden su descontento con las formas de Roverato.

    El presidente de Eiffage ha intentado bloquear, en todo momento, la entrada de inversores españoles en la cúpula de su empresa. Una compañía pública que, sin embargo, ha conseguido dirigir con una firmeza más propia del dueño de una empresa que de su primer ejecutivo.

    Trabas

    De hecho, ha conseguido impedir la entrada de Sacyr, primer accionista del grupo, en el Consejo de Administración. Desde que la compañía presidida por Luis del Rivero aterrizó en la tercera constructora de Francia, Roverato ha movido todos los hilos a su alcance para negarles participar en la gestión.

    Una estrategia que le ha llevado, incluso, a romper el compromiso que asumió de abandonar la compañía este mismo año. El próximo miércoles, durante la Asamblea General, propondrá a los accionistas que le reelijan como presidente no ejecutivo durante otros tres años.

    Un nombramiento que crearía una extraña tricefalia en la cúpula de Eiffage, que ya cuenta con un presidente honorífico, Bruno Flichy; y necesitarían nombrar un nuevo primer ejecutivo, cargo para el que se postula Benoît Heitz, actual director general. A estos dos pretende sumarse Roverato como presidente no ejecutivo.

    Gestión francesa

    A pesar de las fuertes diferencias entre los inversores españoles y Roverato, la compañía seguirá estando dirigida por ejecutivos franceses aunque los españoles tomaran la mayoría del capital. Al menos, ésa es la intención de Sacyr, que declina pronunciarse oficialmente sobre la posible destitución de Roverato, pero mantiene su intención de que "Eiffage siga siendo un grupo francés y el management (gestión) continuará en manos galas".

    Pero, antes de llegar ese momento, Sacyr deberá pasar el trámite de la Junta General del 18 de abril. Una Asamblea en la que Roverato aspira a volver a derrotarla. ¿Será su última victoria?