Empresas y finanzas

Solana pide que no se caiga en el error de cerrar Garoña



    España incumple el compromiso de reducir emisiones de Kioto y la vicepresidenta enfría el desmantelamiento.

    El futuro de la central nuclear de Garoña está generando un debate tenso entre los partidarios y los detractores de la energía atómica. Lejos de los argumentos emocionales, el secretario general del Consejo de la UE, Javier Solana, afirmó que en España "algunos de los debates abiertos están mal planteados" y que sería "un grave error" cerrar la central.

    Solana, que era miembro del Gobiero cuando se declaró la moratoria nuclear, argumentó: "Si algunas de las decisiones que se están anunciando se toman, cometeríamos un grave error, ya sea Santa María de Garoña o sean otras decisiones de esa naturaleza". "Estamos hablando de cosas muy serias y todos debemos hacer una reflexión para no cometer errores", explicó, e indicó que España tiene "un mix energético muy particular" y "se pueden hacer algunas cosas un poco mejor". En la misma línea se pronunció ayer la patronal vasca Confebask, que también defendió la continuidad de la planta.

    Bruselas defiende el átomo

    Durante un foro en Praga (República Checa) sobre la energía nuclear, Vladimir Spidla, comisario europeo de Empleo, afirmó ayer: "Si decidimos rápido sobre las inversiones estratégicas, unos dos tercios de la electricidad de la UE puede ser baja en CO2 a partir de 2020". Spidla admitió que cada Estado es libre de optar o no por el sector nuclear. Pero añadió que esta energía "contribuiría significativamente a alcanzar este objetivo". Y recordó que "representa un tercio de la generación de electricidad en Europa, y es segura y competitiva".

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