Ante una nueva oleada de reestructuraciones: ¿cuándo llegará y cuál será su desencadenante definitivo?
- "Muchas compañías están funcionando con respiración artificial"
Rocío Casado
El mercado vaticina la llegada de un periodo intenso de reestructuraciones. Nadie duda de que la actividad debe reactivarse. Para una economía sana y eficiente resulta fundamental contar con un mercado de reestructuraciones que funcione y tenga credibilidad, internacional e nacional. Las dos grandes incógnitas son cuándo llegará la nueva oleada y cuál será su desencadenante definitivo.
Las medidas tomadas por los gobiernos tras la pandemia a nivel mundial han amortiguado el cese de actividad durante periodos más o menos largos, pero no implican la desaparición de la deuda no sostenible de muchas compañías que, irremediablemente, tendrán que encontrar una solución con sus acreedores. Durante el último mes, los asesores especializados reconocen estar asistiendo a un incremento del número de asuntos en esta materia aunque todavía no estamos, aseguran, ni mucho menos en los niveles esperados.
Toda reestructuración tiene su detonante (event trigger en la jerga). Por el momento, muchos indicadores pronostican cambios en el endeudamiento de las empresas españolas en el corto y medio plazo, pero ese momento no acaba de llegar. El precio de la energía y de las materias primas constituirán, sin duda, posibles catalizadores para muchas compañías. Los expertos reconocen que, en ciertos sectores, ya se están viendo los primeros defaults causados por su escalada. "Habrá que ver la voluntad de las partes de iniciar un proceso constructivo y realista de análisis de la situación y la búsqueda de soluciones definitivas, en lugar de nuestras tradicionales "patadas para delante", reconocen las fuentes consultadas. En estos supuestos, aseguran, habría que iniciar las conversaciones lo antes posible, ya que no sabemos cuál será la situación de los mercados en unos meses, dada la incertidumbre internacional".
Aunque la confianza de los inversores en el mercado español ha aumentado de forma clara, los conceptos de reestructuración e insolvencia todavía siguen teniendo un profundo estigma, a diferencia de otras jurisdicciones, donde es algo natural que, cada cierto tiempo, las empresas tengan que reestructurar su deuda no sostenible. La economía española, como todas las demás, se ha visto afectada por una pandemia mundial sin que esto haya desembocado en las consecuencias que naturalmente serían esperables. "La realidad", reconocen, "es que muchas compañías están funcionando con respiración artificial. Hasta que no se les separe de dicho oxígeno no sabremos qué capacidad pulmonar tienen para ejecutar su actividad sin modificar su endeudamiento", añaden.