El relevo generacional de la farmaceútica Lacer despierta el apetito de los fondos
- La farmaceútica catalana factura 150 millones con un ebitda de 30 millones
Rocío Casado
La farmacéutica catalana Lacer, fabricante de la icónica pasta de dientes y de Thrombocid, afronta la sucesión hacia la cuarta generación de accionistas de la familia Andress tras el fallecimiento de su presidente en el punto de mira de los principales fondos de private equity nacionales e internacionales y de grupos industriales. El proceso, encargado a AZ Capital para analizar el relevo generacional que afronta la compañía, -muy saneada y sin deuda-, se encuentra todavía en una fase inicial. Según ha podido saber elEconomista de fuentes financieras, "no hay un proceso de venta formal, pero se está realizando una revisión estratégica con todas las opciones y alternativas abiertas para afrontar la sucesión en la empresa familiar y los retos corporativos del grupo a medio y largo plazo".
Entre las distintas alternativas no se descarta la venta de una participación total o parcial de Grupo Lacer y la escisión de uno de sus principales negocios: la división de consumo (consumer healthcare), centrada en productos de autocuidado de la salud; y el área farmacéutica. La futura dirección estratégica del grupo podría pasar también por fortalecer la presencia internacional del grupo e impulsar su crecimiento mediante adquisiciones de otras empresas complementarias, para lo que la compañía familiar cuenta con financiación, sin dejar de explorar también nuevas oportunidades de negocio mediante la expansión de sus mercados y de la gama de productos.
Con sede en Barcelona, Lacer es uno de los laboratorios líderes en productos de salud bucodental y corporal, con más de 470 empleados, una facturación de 150 millones de euros y un ebitda próximo a los 30 millones. Con crecimientos de ventas sostenidos en el entorno del 5% o 6%, la compañía especializada en cuidado de la salud e higiene personal es propietaria de la pasta de dientes y los colutorios Lacer y Gingilacer y de marcas tan emblemáticas como Pilexil, Thrombocid, Talquistina o Anso. Su cartera actual incluye productos cardiovasculares, gastrointestinales, para el sistema nervioso, urología, cuidado del cabello, protección corporal, salud bucodental y alergias.
Legado empresarial
El grupo familiar fue fundado en 1949 por Carlos Andress, enviado por la farmacéutica alemana E. Merck a Barcelona para poner en marcha la filial de la compañía en España. Cuando se jubiló a finales de los años 40 asesoró a su hijo, Don Horst Andress, en la compra de un pequeño laboratorio que entonces tenía una plantilla de menos de 20 personas y productos como la "Pasta dentífrico-vacuna Lacer" y los caramelos "Pantos", que estimulaban el apetito en los niños. Aquel pequeño laboratorio prosperó en manos de la tercera generación, representada por Helmut Andress, presidente del grupo desde finales de los 90, convirtiéndose en un sólido Grupo Empresarial. El acaudalado empresario falleció el pasado mes de marzo en Suiza, dejando el legado a sus cuatro hijos: Daniela, Nora, Elsa y Karl que ahora deben decidir cuál será el rumbo del legado empresarial. Lacer empezó a exportar en 1971 y actualmente está presente en 40 países, con ventas al exterior que apenas suponen todavía el 5% del total.
Si finalmente Lacer se decanta por una posible escisión de uno de sus negocios para maximizar valor seguiría los pasos, por ejemplo, de GlaxoSmitchKline (GSK). La farmacéutica británica rechazó en enero la oferta de 60.000 millones de euros del gigante Unilever por su filial de consumo, cuyo socio minoritario es Pfizer, sobre la base de que infravaloraba la división de consumer healthcare.