Empresas y finanzas
El robot que te llevará la comida a casa se moverá entre Goya y Retiro
- Goggo apuesta por un sistema de coche compartido, autónomo y eléctrico
Lucía Gómez
Los robots ya forman parte de nuestro día a día y han comenzado a dar los primeros pasos en Madrid. Goggo Network anunció hace unas semanas que había llegado a un acuerdo con Glovo para comenzar un proyecto piloto de entregas de comida en la capital a través de este tipo de robots. "En pocos días" estos pequeños pods comenzarán a operar en pruebas por la madrileña zona de Goya, tal y como confirma a elEconomista Yasmine Fage, cofundadora de Goggo Network. A la comida le seguirán las compañías de retail y los coches autónomos, eléctricos y compartidos.
"Estamos demostrando la utilidad del producto, queremos ver cómo reacciona la gente", admite Faige. Para poder seguir dando pasos adelante en este y otros proyectos, la compañía necesita de una legislación al respecto. En este sentido, Faige señala que el Gobierno está creando una norma que ahora no existe, lo que les obliga a que, por ahora, "todo tiene que desarrollarse a través de una licencia experimental" .
Pero los pods (robots como el de la foto) no son los únicos que está desarrollando Goggo. También cuentan con GoggoCarts -vehículos de mayores dimensiones al estilo de un footruck- y los autobuses autónomos. Fage señala a elEconomista que el objetivo de la compañía para este año es seguir haciendo pruebas con diferentes tipos de servicio y ciudades. Como objetivo principal para 2022 se han marcado pasar de una ciudad -Madrid- a cuatro o cinco. "Tenemos interés en Suiza, Francia, Alemania", admite, y estás pruebas se harán con diferentes tipos de vehículos. En el mercado español, más allá de la capital, también tienen en el radar otras ciudades como Zaragoza y Málaga.
Goggo Network apuesta por el 'smart delivery', y ve "totalmente lógico" que si sale bien, se pueda extender a servicios de pasajeros", admite Yasmine Fage
Faige destaca que España, y en especial Madrid, son "bastante innovadoras" a nivel de movilidad. "Casi todas las startups de movilidad que tienen operaciones en Madrid, ha logrado un marco regulatorio muy bueno para poder lanzar innovación y un apoyo muy grande del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid", admite. En este sentido, señala que la capital es idóndea como banco de pruebas por el clima. "Si llueve o nieva es más complicado que con buen tiempo", admite.
Tampoco el talento es un problema para la innovación en movilidad en España. "Creo que hay mucho talento y España para nada está por detrás de otros países", admite, recordando que nuestro país no ha firmado la convención de Viena, acuerdo que obliga a que en cualquier momento el conductor tiene que tener las manos para poder coger el volante y por ello, podrían lanzar operaciones más fácilmente. "Creo que España tendría mucho interés en invertir en esta ola de nueva tecnología", sentencia la cofundadora de la compañía.
Más allá de Glovo, Goggo también está trabajando ya con otras empresas en nuestro país en la entrega de comida con robots. El Goggocart, el servicio de foodtruck autónomo que lanzaron en Las Rozas (Madrid), cuenta con importantes restaurentes locales. Además, existirá un servicio de GoggoCart en las zona de las cuatro torres de Madrid, "donde tenemos alianza con Mallorca, Dani García, La gran familia, Carrefour...y otros más pequeños para el servicio de comida", señala Fage.
Además de la comida, "la empresa más grande de ropa también se está interesando en entregar paquetes a domicilio y viendo oportunidad de hacer Goggo lockers pero con bots", admite la cofundadora, que rehusa por el momento dar el nombre de la compañía. "Vamos a hacer también una prueba en el centro de Madrid con este gran retailer", confirma.
Fage cree que la gente recibirá bien este tipo de robots. "Una vez que vea que puede ser más rápido, más cómodo y más barato, lo entenderá perfectamente. A la gente le importa la calidad del servicio. Al principio te puede sorprender, pero una vez ya está implementado y se ve que funciona, se entenderá", señala a elEconomista. Al ser preguntada sobre la percepción de sus consecuencias en el mercado laboral, Fage recuerda que la gente es consciente de que los trabajos de riders son trabajos poco cualificados y no excesivamente buenos para la sociedad. Por ello, considera que si se reduce ese tipo de trabajadores y se crean nuevos puestos más cualificados, como es el caso del mantenimiento, la monitorización, trabajos de operación e ingeniería será percibido como positivo.
Mira al coche autónomo
Fage cree que el siguiente paso, una vez que las entregas de productos con robots se hayan extendido, será el coche autónomo. "No tiene sentido perder el tiempo conduciendo cuando lo puedes usar en cosas más productivas", señala, admitiendo que la forma en que organizamos el día a día actualmente, en la movilidad no tiene sentido. Un coche está aparcado el 95% del tiempo, con una ocupación media de 1,2 personas. "Tiene más sentido que con un teléfono, lo pidas cuando lo necesitas, te recoja y te lleva, sin aparcar".
"En el futuro nos planteamos entrar como ride hailing autónomo, eléctrico y compartido", avanza, señalando que poner en contacto a dos personas que van en la misma dirección con algoritmos de pooling puede hacer que todo vaya más fluido en las ciudades. "Es el futuro", admite, pero recuerda que las ciudades todavía no han avanzado suficiente. "La primera ola es una ola del smart delivery, pero es totalmente lógico que si esto sale bien, se pueda extender después a servicios de pasajeros", concluye.